“VERANITO”: ANTICIPAN HASTA CUANDO LA CARNE VACUNA SEGUIRA BARATA PARA LOS CONSUMIDORES.
Según expertos consultados por La Nacion, el alimento, que aumentó mucho menos que la inflación, podría mantenerse en torno de los precios actuales por otros 60 días.
El “veranito” de precios baratos para la carne vacuna que se vinieron registrando en los últimos meses podría seguir hasta 60 días más, según la previsión de expertos consultados por La Nacion. Hoy la hacienda, la materia prima que luego se transforma en cortes en las carnicerías, está un 40% rezagada en comparación con la inflación. Podría haber un repunte cuando se reduzca más adelante la oferta de ganado. En lo que va del año la carne al público subió un 30,8% mientras la inflación general medida por el Indec trepó al 94,8%.
Estas son algunas de las conclusiones a las que llegó Juan Eiras, director de la Cámara Argentina de Feedlot, al analizar el informe de encierre de ganado que realiza la cámara. Hoy el porcentaje de ocupación en los feedlots [establecimientos de engorde a corral] alcanza el 70,12%. La permanencia de los animales en los corrales es de 95 días. En cuanto al estado de las empresas, el 44,23% se encuentra en proceso de llenado, mientras que el 54,81% reportó una situación de vaciado de hacienda de los corrales.
Eiras explicó que, aunque el informe mostró una ocupación del 70% en los feedlots con un índice de reposición de uno a uno, lo que significó que “todo lo que salió se repuso”, la realidad es que la actividad no es tan constante. La cantidad neta de ingreso y salida de ganado es menor, ya que muchos productores retuvieron más ganado debido a la baja en los precios del animal gordo, que actualmente se sitúan entre 2000 y 2150 pesos el kilo, un 5 a 6% menos que en mayo pasado. “Los precios del gordo son una lágrima”, afirmó Eiras. Señaló que mientras el “kilo de carne sigue estando con un valor acomodado”, el costo del maíz para la alimentación aumentó y generó pérdidas de aproximadamente 300 pesos por kilo engordado.
En cuanto a la evolución de los precios ganaderos, Eiras comentó: “Entendemos que hay 45 a 60 días por delante de un mercado abastecido y después, por ahí, empieza un acomodamiento tenue. Tenemos que entender que a septiembre llevamos un atraso del 40% con respecto a mayo, tomando solo la inflación, y si se le suma lo que acumule septiembre y octubre, vamos a estar cercanos al 50%, con lo cual, en algún momento, cuando la oferta disminuya, el ajuste tendrá que venir, más allá de que el consumidor tenga su bolsillo realmente afectado”.
Respecto de los precios al consumidor, Eiras indicó que en el Gran Buenos Aires y CABA los cortes de asado oscilan entre 6000 y 7000 pesos el kilo. Aunque esto puede parecer elevado, “en términos relativos la carne volvió a estar entre los elementos más baratos para armar la canasta familiar”.
El mes pasado, según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva) la carne subió 1,2%, por debajo del 4,2% de la inflación del Indec. En tanto, en los últimos doce meses la carne vacuna subió un 197,8%, inferior al 236,7% de la inflación anualizada. Entre otros cortes, en agosto último el asado subió un 3,4%, la paleta un 1,8% y la carne picada común un 0,6%.
Para Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), la evolución del mercado de la carne dependerá, en gran medida, de la situación macroeconómica. “En este momento, empezamos a escuchar que algunos sectores están reaccionando, dejaron de caer y están comenzando a mostrar un leve repunte en la actividad económica. Si esta tendencia se generaliza y el poder adquisitivo mejora, es probable que veamos una recuperación en el precio de la carne, pero no creo que ocurra antes”, afirmó Schiariti.
En este contexto, Schiariti destacó que el aumento de la carne en el último mes, que su entidad relevó en un 1,9%, estuvo relacionado con la suba de los costos de comercialización, combustibles, electricidad, gas y alquileres para los carniceros.
Señaló que la hacienda se mantendrá estancada al menos durante un tiempo adicional debido a que la industria no puede pagar más y está trabajando prácticamente a pérdidas. “Hoy en día muchos frigoríficos están faenando un día menos a la semana; la faena disminuyó un 10% y, con esta reducción, deben afrontar todos los gastos”, señaló Schiariti.
Por: Pilar Vazquez.-
LA NACION.-