LA EMPRESA YPF COQUETEA CON LA INDUSTRIA AVICOLA PARA LLEVAR ADELANTE LA RECONVERSION DE LAS GRANJAS HACIA LA ENERGIA SOLAR.
La producción de pollos terminará este año generando una oferta mayor a la del año pasado. El crecimiento no será consecuencia de un incremento en la faena sino en el peso de los animales. Al igual que en otras actividades, las avícolas están aprovechando el bajo precio de los granos y la buena relación insumo producto para agregarle valor a lo que se ofrece al mercado.
Según las estadísticas del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa) la producción terminará con un incremento de 50.000 toneladas, para redondear las 2,5 millones de toneladas. Esto significa que el consumo será de 48 kilos por habitante en 2024.
Con ese nivel de consumo interno la carne de pollo superará por 2 kilos a la vacuna, que en los diez primeros meses del año promedia los 46 kilos.
En cuanto a las exportaciones, se espera que el 2024 cierre con un volumen de 230.000 toneladas, aunque en recuperación todavía por debajo de las 253.000 alcanzadas dos años atrás, antes de que apareciera la influenza aviar que derivó en el cierre de mercados.
Una de las serias consecuencias que tuvo ese episodio fue la clausura del mercado chino, que todavía sigue cerrado pese a los intentos oficiales por recuperarlo. Se espera por su reapertura y eso permitiría que el año que viene, las exportaciones sigan creciendo.
El sector avícola está mucho más concentrado que el vacuno y además integrado verticalmente, lo que significa que muchos frigoríficos tienen sus granjas de engorde. En la mayoría de los casos, sin embrago, este proceso de cría está tercerizado en los “integrados”, es decir, en productores que reciben el pollo bebé y lo entregan al frigorífico con el kilaje de faena pedido.
En el sector saben que con las nuevas reglas de juego que impuesto el gobierno de Javier Milei la clave es sumar niveles de eficiencia. La inflación ya no licúa gastos ni es posible esperar devaluaciones que mejoren la competitividad cambiaria. Entonces hay que trabajar más tranqueras adentro, como suelen decir los productores agropecuarios. Y para ello la apuestas es a una reconversión energética de los galpones de engorde.
“Si queremos tener un crecimiento sostenido en producción, con unos niveles de eficiencia productiva como para pelear en cualquier parte del mundo, tenemos que incrementar la disponibilidad de galpones que están marcando claramente una diferencia muy grande en conversión, en ganancias de peso diario”, dijo Roberto Domenech, presidente de Cepa, en diálogo con Bichos de Campo.
Para modernizar los galpones, que es un viejo anhelo del sector, contó Domenech que “estamos trabajando con YPF. Por el momento estamos en el nivel de información y de análisis que van haciendo con las distintas integraciones en el desarrollo de la energía fotovoltaica”, dijo el referente avícola.
Luego explicó que la energía solar no va a reemplazar totalmente a la provisión de energía eléctrica necesaria en momentos del año de baja luminosidad o en horarios nocturnos, pero que de todos modos va a ayudar a bajar costos por una reducción de su consumo.
“Esto es parte de lo que YPF ya ofrece como energía y que incluye la instalación de los equipos. Hay dos bancos con los cuales nos han llevado. Es decir, la provisión del producto viene con la financiación incorporada. Su costo es algo del orden de los 300 mil dólares por galpón. Estamos llenos de proyectos en movimiento así que esperamos empezar pronto”, se esperanzó.
La intención es que este tipo de energía aporte el 70% del consumo necesario para el funcionamiento de las granjas.
La inversión en paneles solares, además, podría tener una contraprestación. “En la provincia de Entre Ríos, la gente de ENERSA (la empresa provincial de electricidad) nos ha dicho que ellos estarían en condiciones de comprar la energía excedente que no se consume en el momento y que vaya a la red general”, indicó Domenech.
Y agregó: “Es un dato importante, porque si Entre Ríos quiere la construcción de los galpones, necesita también hacer su aporte desde lo que es la energía, y también caminos y conectividad”, ya que a estos galpones requieren del acceso continuo y muy buena señal de internet entre otras cuestiones.
Bichos de Campo.-