DATO HISTORICO: EL CAMPO TIENE SOJA SIN VENDER POR MAS DE US$3100 MILLONES.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, quedan por comercializar 10,9 millones de toneladas del ciclo 2023/2024; los productores se desprendieron del 68% de la cosecha, el menor nivel para la fecha desde que se tienen registros.
Al campo aún le quedan por comercializar unos 10,9 millones de toneladas de soja de la campaña 2023/24 que equivalen en valor a US$3130 millones, considerando el precio del grano a US$286 la tonelada. Ocurre cuando hasta el 4 del actual se había negociado solo el 68% de la cosecha, esto es 33,9 millones de toneladas, el ritmo de ventas más lento desde que existen registros para esta época. Así lo informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que precisó que este porcentaje de comercialización está 15 puntos por debajo del nivel alcanzado en la campaña pasada y 8 puntos por debajo del promedio de las últimas cinco temporadas. “Es el menor registro desde que se cuentan con datos, quebrando el piso de 72% de la campaña 2019/20″, destacó la BCR.
Uno de los principales factores que explican esta situación son los precios internacionales de la soja, que se encuentran en niveles mínimos de los últimos cuatro años. Esto afectó los valores locales. “Desde finales de mayo hasta la fecha, el precio pizarra de la oleaginosa solo aumentó unos $10.000 por tonelada en promedio, mientras que, en términos constantes, presentó una pérdida de más del 20%”, señaló el informe. Además, el contexto financiero influyó en las decisiones de los productores. La entidad explicó que la desaceleración de la inflación en la segunda mitad del año generó tasas de interés positivas, mientras que el dólar registró una caída frente al peso argentino. En este escenario, quienes vendieron su soja al momento de la cosecha e invirtieron en instrumentos financieros lograron mejores resultados que aquellos que decidieron retener el grano.
En este marco, al margen de la situación con la cosecha 2023/2024, hoy se está sembrando la producción de la oleaginosa 2024/2025. Sobre esto, la entidad indicó que la siembra de la soja de primera casi está finalizada en la región agrícola núcleo y la de segunda supera el 35%. A nivel nacional, en tanto, el avance de la implantación se ubica en el 62%. Las estimaciones preliminares proyectan una cosecha de entre 53 y 53,5 millones de toneladas.
Hace unos días, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) publicó un nuevo informe de Estimaciones de Oferta y Demanda Agrícola Mundial donde, entre otros datos, el balance argentino de la oleaginosa tuvo un incremento en la proyección del crushing para la próxima campaña en 500.000 toneladas, llegando de esta manera a 41,5 millones de toneladas. Esto viene acompañado de aumentos en las proyecciones para las exportaciones de aceite y harina para el país, de 100.000 y 400.000 toneladas, respectivamente. Así, los despachos de aceite al exterior serían de 5,5 millones de toneladas y los de harina de 28,6 millones de toneladas , considerando el ciclo comercial local.
El caso del maíz
Según la BCR, para el caso del maíz, en este caso 2024/2025, su comercialización “va a un ritmo bastante más lento que en las últimas campañas”. Al 4 de diciembre, las compras de los sectores industrial y exportador alcanzaban solo 3 millones de toneladas, un 6% de la producción esperada. Este avance está muy por debajo del 20% del promedio de las últimas cinco campañas para la misma fecha. Además, solo 650.000 toneladas fueron negociadas con precios en firme, lo que representa un 22% del total, el nivel más bajo para esta fecha desde que hay registros de 2000. “Este registro es 20 puntos porcentuales más bajo que en el ciclo pasado y 40 puntos porcentuales menor al promedio de las últimas cinco campañas”, señaló la BCR.
Un dato importante es que “la cobertura con futuros en el Matba-Rofex sobrepasa el volumen de negocios forward y es la primera campaña en donde esto acontece”. Los contratos abiertos en el mercado a término totalizan más de 1,9 millones de toneladas, triplicando los negocios realizados en el mercado físico con precio hecho. Este fenómeno se ha acentuado en las últimas semanas, con un fuerte crecimiento en el volumen operado. “El miércoles pasado se batió el récord de volumen para el contrato de maíz con vencimiento en abril, con 120.900 toneladas, casi duplicando el mayor registro previo”, destacó la BCR.
Respecto de la siembra, la implantación del maíz avanza a buen ritmo, alcanzando el 68% del área prevista, superando el ciclo anterior en provincias como Córdoba y Santa Fe. Las buenas condiciones climáticas y de mercado favorecieron un aumento en la superficie sembrada, con un repunte en zonas previamente afectadas. La venta de semillas de maíz en el sur de Córdoba ha superado las expectativas, y en el noreste bonaerense la siembra de maíz de segunda también está consolidada.
Análisis del mercado
En este marco, el analista de mercados Gustavo López destacó que, según los últimos datos disponibles de la Secretaría de Agricultura, hasta el 4 del actual al campo le quedaban por vender un monto cercano a los 7500 millones de dólares entre todos los granos, mayormente soja. Esta situación se debe, en gran parte, a que los productores continúan reteniendo el grano esperando una mejora en los precios o en el tipo de cambio.
“El productor no sabe qué hacer [con la soja]. Está apostando a que el precio rebote, pero parecería que en el horizonte no hay todavía ninguna variable que vaya a cambiar la situación significativamente, o que haya algún ajuste en el tipo de cambio, ya sea por las retenciones o por una devaluación”, afirmó.
No obstante, a pesar de la caída de los precios, López dijo que en los últimos dos meses se ha registrado una mayor comercialización de soja que llevaron a volúmenes de molienda superiores a los 4 millones de toneladas. Sin embargo, advirtió que algunas empresas del sector aún operan con márgenes negativos y que el precio sigue cayendo mientras el dólar se mantiene estancado. “No parece muy coherente seguir demorando la soja, pero el productor la sigue viendo como una moneda de cambio”, señaló.
El analista también remarcó que los stocks de soja se están acumulando año tras año, lo que podría generar un problema en el futuro. “Este año podemos llegar a siete millones de toneladas, y el año que viene se espera una cosecha de 55 millones de toneladas, pero seguirán siendo necesarias importaciones de soja desde Paraguay, Bolivia y Brasil”, explicó.
A pesar de la incertidumbre, López concluyó que los productores siguen apostando a que las condiciones mejoren. “Hoy están vendiendo más trigo y maíz, pero la soja sigue siendo la gran retenida, aunque se está activando más respecto a los últimos meses”, afirmó.
Por Pilar Vazquez.-
LA NACION.-