EL CURIOSO PRODUCTO QUE EN LA ARGENTINA NO SE CONSUME, PERO DEJA MILLONES DE DOLARES `POR SU EXPORTACION.
En lo que va del año el país vendió a diversos mercados 8564,24 toneladas de carne de caballo por US$27.871.784,76; el negocio se concentra entre cuatro frigoríficos autorizados por el Senasa.
Hablar de “carne de caballo” en la Argentina es un tema sensible, sin embargo, hay países de Europa donde este producto tiene una alta demanda. En la Argentina existe un total de 2.615.804 equinos registrados en el Senasa de 212.413 establecimientos que han informado la tenencia de lo que en ese organismo definen por equino: potrillos, yeguas, padrillo, caballo, burro, asno y mulas. En lo que va del año, la Argentina exportó 8564,24 toneladas a través de cuatro frigoríficos, que son los únicos autorizados para realizar estas tareas que demandan varias naciones del mundo. A nivel interno no se consume este tipo de carne por cuestiones culturales, de hábito y sentido de pertenencia con el animal que terminaron influyendo sobre ello.
Entre enero y agosto ingresaron en divisas al país US$27.871.784,76 por envíos de carne equina, de acuerdo con los datos proporcionados por la Secretaría de Agricultura. La Argentina está entre los principales países exportadores mundiales de carne equina. El principal importador de estos productos nacionales en los primeros ocho meses del año fue Bélgica con 2888 toneladas por US$11.177.319,18. Le siguieron Rusia, con 1555 toneladas por US$2.865.234,89; Países Bajos, con 1182 toneladas por US$2.844.055,42; Japón, con 615 toneladas por US$2.384.223,59; Kazajistán, con 409 toneladas por US$779.264,50. En tanto, hay un destino confidencial que importó desde acá 1914 toneladas por las que ingresaron US$7.821.687,18. Cada uno de los países importadores establece sus propios reglamentos y protocolos sanitarios que el Senasa se encarga de hacer cumplir.
“La industria de la carne equina argentina se desarrolla en cuatro plantas frigoríficas oficiales aprobadas y controladas por Senasa dentro de los frigoríficos aprobados para exportar bajo normas y estándares internacionales de calidad e inocuidad”, aclararon allí. Esto, explicaron, se hace con personal propio dentro de cada uno de los frigoríficos.
Los únicos frigoríficos autorizados, según la información oficial, son Lamar, en Mercedes, Buenos Aires; Land, Río Cuarto, Córdoba; Solemar, en Río Negro, y Infriba, en Buenos Aires. Más del 80% de la faena se concentra en los primeros dos frigoríficos, aclararon. Hay leyes que impiden la comercialización dentro del país, por eso es una industria que tiene como único destino la exportación. El Senasa y la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica, la cámara que agrupa a las firmas) intentaron llevar adelante una iniciativa, a través de chip electrónico, para controlar y evitar que animales robados terminaran en la faena.
La industria de carne equina argentina emplea a 1000 familias de forma directa y 1500 de manera indirecta, además del trabajo rural que genera. No hay establecimientos que se dediquen específicamente a la crianza de caballos para la faena, aunque no está prohibido. La faena sale de esos caballos con establecimientos registrados. En ese organismo explicaron que al tratarse de una industria enfocada totalmente a la exportación se estima que el negocio deja entre US$60 y 70 millones al año.
Los principales usos de la carne equina
- Cortes de calidad: carne in natura, cortes anatómicos y menudencias para consumo humano. Por ejemplo, un bife angosto.
- Materia prima para fabricación de productos industriales. Ejemplo: salame.
- Materia prima para pet food.
- Materia prima para la industria farmacéutica.
En el Senasa también explicaron que toda la producción de carne equina se realiza bajo el Plan Nacional de Control de Residuos e Higiene en Alimentos (Creha) que se encuentra aprobado por los servicios sanitarios de la Unión Europea, entre otros países. “En la Argentina no se encuentra prohibido comer carne equina, solamente no se puede faenar [para el mercado local] y comercializar con otras especies. Y por hábito no se consume”, remarcaron.
En la Argentina hay fundaciones que llevan adelante tareas de rescate para “salvar” a los caballos de deportes o cría que terminan en los frigoríficos por distintas circunstancias.
Sin embargo, en ese organismo sanitario indicaron que en “la Argentina no está prohibido criar caballos para faena, simplemente no es un negocio rentable, ya que la conversión de caloría y energía en kg. carne no es eficiente en la especie equina”. Por otra parte, aseguraron que “la industria argentina de carne equina le da a los animales descartados, es decir, a aquellos caballos ya no útiles, un final digno convirtiéndolos en alimento inocuo bajo estrictos protocolos de bienestar animal, trazabilidad y seguridad alimentaria”.
Significado de los equinos
En la Argentina los equinos están relacionados con los deportes, el trabajo, una distracción o el disfrute dentro de un establecimiento rural. De esta forma se genera un gran apego al caballo, ya que “se encuentra arraigado a la historia argentina”, por lo que es parte de la identidad cultural, además de cumplir un rol importantísimo en el quehacer cotidiano del hombre de campo, especialmente en la cría bovina en zonas donde el acceso con otros medios es dificultoso.
“La industria hípica asociada a la actividad deportiva le aportó al caballo argentino un alto valor agregado, ya que existe gran cantidad de equinos criados en nuestro país que se han posicionado en los mejores podios del deporte ecuestre mundial. La cría de caballos Sangre Pura de Carrera y Polo se ganó un reconocido prestigio a nivel internacional, siendo nuestro país el 3° productor de caballos de carrera y el 1° productor de caballos de polo del mundo”, indicaron.
En total en el país hay anotados en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa) 329.249 establecimientos con un promedio de animales informados de ocho. La provincia de Buenos Aires es la mayor productora de equinos con un total de 628.304, de 55.133 establecimientos que en promedio albergan 11 animales por campo. La segunda provincia que más equipos tiene es Corrientes con un total 308.376, de 16.066 establecimientos que en promedio alojan 19 animales.
Le siguen en producción Entre Ríos con 222.834, de 24.152 establecimientos con un promedio de nueve por cada uno. Una curiosidad es que en los datos oficiales figura que el Chaco tiene los números más altos por partido. Es decir, en General Güemes hay 13.897 animales, mientras que en Libertador General San Martín 10.478, que son los dos partidos más importantes en tenencia de equinos. Mientras que el lugar donde menos se registran este tipo de animales es en Zonda, San Juan, donde ese número apenas llega a dos. El departamento de Sanagasta, La Rioja, figura con solo tres caballos.
Por: Belkis Martínez.-
LA NACION.-