ANTE LA CRISIS DE LOS COMBUSTIBLES, LA CADENA DEL MAIZ VOLVIO A INSISTIR POR UN MAYOR USO DE BIOETANOL.
Para la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), “Argentina dilapida divisas” al aumentar las importaciones de combustibles, en lugar de incrementar el corte de bioetanol en las naftas.
La Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar) reiteró el pedido de la cadena maicera para que el Gobierno habilite un mayor corte de bioetanol en las naftas argentinas, como una potencial solución al desabastecimiento de combustibles ocurrido en los últimos días.
Además, ante la decisión de la Secretaría de Energía de aumentar las importaciones, Maizar consideró que esto significa “dilapidar divisas”, cuando el combustible se podría conseguir con valor agregado en origen y una mayor industrialización del maíz, lo que a su vez representa empleo y desarrollo.
Cabe recordar que el bioetanol es un combustible que puede reemplazar a las naftas y se obtiene a través de un proceso de destilado del maíz, y también de la caña de azúcar.
LA CRISIS DE LAS NAFTAS Y EL BIOETANOL
“El faltante en las estaciones de servicio de todo el país pone de manifiesto, una vez más, la urgente necesidad de sustituir las importaciones de naftas con la producción local de bioetanol”, consideró Maizar en un comunicado.
Y amplió: “Argentina dilapida divisas comprándole al mundo combustibles contaminantes, en lugar de aumentar el uso de bioetanol producido en nuestro país a un valor competitivo a nivel mundial”.
Para la entidad que preside Pedro Vigneau, con la escasez estructural de dólares que tiene Argentina, “es inentendible se hayan importado naftas por más de U$S 1.000 millones en 2022 y que lo siga haciendo a ritmo similar en 2023”.
En este marco, Maizar recordó que mientras en Argentina el corte de bioetanol en las naftas es de 12% (E12), en países limítrofes como Paraguay es E25 y en Brasil E27, además de que todos los vehículos flex pueden utilizar E100.
“Una suba de, por ejemplo, 3 puntos en la mezcla, significaría una producción adicional de 300.000 m3/año de bioetanol, lo que representa unas 750.000 toneladas más de maíz industrializadas por año, con el consiguiente agregado de valor local, desarrollo regional y generación de cientos de puestos de trabajo directos y calificados en el interior del país”, resaltó Maizar.
APORTE AL AMBIENTE
En tanto, además del ahorro de divisas, la producción de bioetanol ayudaría a combatir el calentamiento global y a cumplir con los compromisos internacionales de la Argentina, en donde se compromete a una reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
“Tenemos certificado que el bioetanol ahorra más de un 70% de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a la nafta fósil. Gracias a la eficiencia de la producción del maíz y a la tecnología de punta que utiliza, Argentina produce el bioetanol con menor huella de carbono del mundo, bajando las emisiones de todos los productos que utilizan biocombustibles para su producción”, continuó Maizar.
Por eso insistió en que un mayor corte de bioetanol implicará además impulsar inversiones para el nacimiento de nuevas plantas industriales y/o ampliaciones de plantas existentes en locaciones del interior con alta producción de maíz y alejadas de los puertos, lo que contribuye a un país más federal, y con una mejora en la logística de transporte.
“En este contexto de crisis y en el marco de una restricción externa de envergadura, es clave tomar medidas que permitan ahorrar las divisas que tanto se necesitan para impulsar el crecimiento económico, y que permitan generar y sostener puestos de trabajo a lo largo y a lo ancho de la Argentina”, subrayó Maizar.
En este marco, recordó también que Argentina tiene excedentes de maíz en la exportación como grano, además de capital humano y tecnologías para producir bioetanol a costos competitivos a nivel global.
“Es hora de que el bioetanol sea respaldado por un plan estratégico serio, con reglas de juego claras, seguridad jurídica, y voluntad política para crear las condiciones para un nuevo despegue”, completó Maizar.