FALTAN PRODUCTOS PARA MASCOTAS Y GRANDES ANIMALES Y EN EL SECTOR EVALUAN SUSPENDER PERSONAL.

La cámara que agrupa a las empresas que elaboran alimentos balanceados alertaron sobre una situación crítica por las trabas a las importaciones de microingredientes.
“Estamos desahuciados, ya no sabemos qué hacer”. La frase es de Juan Pablo Ravazzano, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena). La utilizó para explicar cómo se sienten en la industria de alimentos balanceados para mascotas y grandes animales porque, pese a haber mantenido una reunión con el secretario de Comercio, Matías Raúl Tombolini, para que se agilizaran las aprobaciones en el marco del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), la promesa no se cumplió. En este contexto, alertó que ya hay faltantes de productos mientras algunas empresas evalúan cómo reestructurar la producción, adelantar vacaciones o suspender parte del personal.
“El viernes 25 de noviembre nos reunimos con el secretario de Comercio y con Germán Cervantes, subsecretario de Política y Gestión Comercial. Durante el encuentro, Tombolini nos dijo que nos despreocupáramos que la semana pasada habilitaban todo, pero no pasó absolutamente nada. No se desbloqueó ninguna de las SIRA. Es una vergüenza y una falta de respeto”, lamentó el titular de Caena.
“Llevamos más de un mes y medio sin poder resolver el problema así que las empresas están viendo de qué manera reestructuran su producción, dan vacaciones anticipadas a la gente o suspensión porque ya hay productos que hoy están en falta”, agregó.
Un alimento balanceado tiene más de 30 materias primas, con microingredientes tales como distintos tipos de aminoácidos, vitaminas, minerales y aditivos. Muchos de estos son de origen importado y no se producen en el país, pero las empresas no los están pudiendo importar como consecuencia de la no aprobación u observación de Licencias de Importación.
Ravazzano explicó que durante la reunión el funcionario les dijo que “estaba muy informado y al tanto de la importancia del sector, que era un tema que se tenía que resolver en la semana siguiente a la del 25″.
Contó que del encuentro, en el que también participó Roberto Domenech, presidente de la Cámara de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), y José Dodds, de Federación Porcina Argentina, salieron todos “esperanzados y optimistas”.
“Nos fuimos todos tranquilos a nuestras casas, pero pasaron los días y la habilitación no aparecía. El miércoles le envié un mensaje a Cervantes para preguntarle qué es lo que estaba pasando. El jueves me contestó, me volvió a pedir el listado de las SIRA bloqueadas, que de tantas veces que se las mandamos ya perdí la cuenta; la volvimos a pasar y acá estamos”, comentó.
En total, son aproximadamente 30 las empresas afectadas. Cada una tiene entre 5 y 20 SIRA bloqueadas. “El listado que yo le pasé el viernes al Gobierno era de aproximadamente unas 300 SIRA”, detalló.
Ravazzano se comunicó con la Unión Obrera Molinera Argentina (Uoma), que es el sindicato que nuclea a los trabajadores de las empresas, para advertirle “lo que está pasando en muchas de las empresas, que evalúan de qué manera empiezan a anticipar vacaciones y suspender gente porque se vienen meses críticos”.
Aseguró: “Si no tenemos estos microingredientes la producción avícola se va a ver resentida porque son muy sensibles a esta falta de aminoácidos y vitaminas. Luego vienen los cerdos, las vacas lecheras y las mascotas. Pero los pollos parrilleros son los más sensibles”.
Promesas
Es la segunda vez que en el Gobierno les ofrecen una respuesta, pero esta no llega. A mediados de noviembre se habían reunido con Cervantes, quien los convocó luego de que Caena, acompañada por la Cámara Argentina de Feedlot, la Federación Porcina Argentina, la Cámara Argentina de Productores Avícolas y el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, enviara una carta a Tombolini para solicitarle una audiencia “de forma urgente”.
Durante el encuentro el funcionario les prometió que ese fin de semana les iba a dar una respuesta, pero esta tampoco nunca llegó.
Ravazzano explicó que en junio pasado tuvieron problemas porque, a causa de las restricciones vigentes para el giro de divisas al exterior, no podían cancelar compromisos con sus proveedores y realizar nuevas compras de la materia prima que no se elabora en el país. No obstante, en ese caso en pocas semanas el problema se solucionó y pudieron seguir trabajando.
“En cambio, desde mediados de octubre, que se cambió el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) a SIRA, está todo bloqueado y no pasa nada. Ahora llevamos más de un mes y medio sin poder resolver el problema”, se lamentó.
Por:Pilar Vazquez.-
LA NACION.-