ECONOMIAS REGIONALES Y «DOLAR NEGRO»: LAS QUE MAS EXPORTAN REPESENTAN EL 3,3% DEL GLOBAL DEL PAIS.

El tipo de cambio especial beneficiará a los eslabones intermedios y no a los productores; en varios complejos el aporte dependerá de lo que haya en stock, advierten los especialistas.
El “dólar agro” que prepara el Gobierno y anunciará el miércoles, tendría una duración de tres meses impactará más en los costos internos de las cadenas que en las reservas del Banco Central (en el 2022, sin sequía, exportaron por US$7300 millones). Si el tipo de cambio especial alcanza a junio inclusive, manzanas, peras, maní, arroz, yerba, vinos, arroz, yerba y cítricos serían las más beneficiadas por la época del año, aunque no en todos los casos igual, los commodities llevan la delantera. La expectativa de los sectores productivos es lograr un dólar de alrededor de $300 o más.
Si bien hay versiones de que en el Gobierno esperan que el sector aporte unos US$2000 millones con el tipo de cambio especial, especialistas consultados por La Nacion indicaron que es “difícil” hacer un cálculo preciso porque depende de lo que haya en stock en bodegas o galpones de empaque, por ejemplo.
Por la relación entre exportaciones y valor bruto de producción de los diferentes complejos de las economías regionales, los más destacados son: té, maní, frutas finas, vinos, sector hortícola y olivícola. Sin embargo, su peso sobre las exportaciones totales es muy marginal. Según datos oficiales, en conjunto representan 3,3% de las operaciones globales.
Si bien entre abril y junio las economías regionales tienen una dinámica de exportaciones significativa, hay excepciones: el ajo, por ejemplo, que se concentra en los primeros tres meses del año y la ciruela seca, del segundo semestre.
“En general, el timing es bueno”, dice el economista del Ieral de la Fundación Mediterránea, Jorge Day a La Nacion. Respecto de si estos complejos pueden aprovechar y exportar más, como se hace con la soja, plantea que “dependerá de los productos y el mercado”.
Por ejemplo, grafica que en algunos vinos, “no se vende cuando se quiere, sino cuando es solicitado” por los distribuidores extranjeros que los importan. “Funciona a pedido. Ocurre con productos que no son tan commodities. En cambio, en los más commoditizados, con stocks, pueden beneficiarse con ese nuevo dólar”, resume.
Day añade que ese mayor dólar “debe beneficiar a los industriales” que exportan. Con respecto a los productores, se debe tener en cuenta que algunos productos ya fueron cosechados, como la uva, el ajo y algunas frutas: “Si el precio se estableció previamente, o les han pagado, no recibirían ese beneficio. Quizá pueden negociar quienes actualmente están cosechando, o discutiendo precios”, destaca.
Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) ratifican que el productor no es el que exporta. “No hay un precio pizarra que toma, es diferente de la soja. Los beneficiados son los eslabones intermedios. En general, en la mayoría de los complejos, ya entregaron la mercadería y están esperando a cobrar más adelante”, señala una fuente de la entidad.
El año pasado, las economías regionales exportaron 3% más que en el mismo período del 2021, pero con una caída del 2,3% en cantidades para estar en 6.325.880 toneladas, una merma de 152.000 toneladas.
En líneas generales, Day indica que en 2021/22 la mayoría de los precios de estos sectores -sin incluir ni la soja ni los cereales- no tuvieron aumentos en línea con los de los granos de la zona pampeana. Es decir, “sufrieron más el dólar oficial que se rezagaba”. En el actual período hay comportamientos heterogéneos, por caso “muy bajos en ajo y no tan mal en frutas”.
Por: Gabriela Origlia.-
LA NACION.-