SIN RESERVAS, EL GOBIERNO LEVANTA UN NUEVO MURO PARA FRENAR LA SALIDA DE DIVISAS.
El equipo económico busca frenar la sangría del Banco Central y la medida genera complicaciones en las empresas; el nuevo pago al FMI se haría el viernes con DEG de un fondo especial del organismo multilateral.
Sin dólares en el Banco Central (BCRA) y obligado a tomar nueva deuda para hacer frente al pasivo que mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno vuelve a usar su muralla burocrática para trabar importaciones. Ante la decisión, advierten en las empresas, se afectará a la actividad económica e impactará en los precios, ya que las firmas trasladarán los mayores costos de reposición.
Se trata de un déjà vu de la situación vivida en febrero del año pasado. Esta mañana nuevamente, según pudo confirmar La Nacion a través de tres fuentes empresariales, volvió a verse sumamente afectado el sistema de Capacidad Económica Financiera (CEF) de la AFIP, la primera barrera que debe superar cualquier compañía que requiera hacer una operación de comercio exterior, como una importación, en la Argentina.
Este medio consultó a la Agencia que lidera Carlos Castagneto y a la Secretaría de Comercio, que dirige Matías Tombolini, pero no tuvo respuesta alguna. Dos fuentes del equipo económico ligadas al mundo de la importación indicaron a este medio que las empresas que tienen exportaciones con divisas pendientes para liquidar no podrán acceder al mercado único de cambios por ese monto. Pero las empresas se quejan de que el amesetamiento del CEF afecta a firmas sin liquidaciones pendientes.
Existen actualmente US$3100 millones pendientes de liquidar, según la información que maneja el Gobierno. Esta decisión les permite afectar el CEF, según su artículo cinco, indicaron para justificar el apagón importador de hoy. Agregaron que la misma decisión rige para la devolución de IVA a exportadores. No tendrán acceso a ese “beneficio” si no liquidan sus divisas pendientes, agregaron en el Gobierno.
El CEF es una especie de perfil individual de gestión de riesgo que se actualiza mensualmente con un cupo (un importe determinado) sobre la base de una fórmula de la AFIP. Esa fórmula no se transparenta y muchas veces sirve para obstaculizar a las empresas. Esta vara es determinante a la hora de acceder a una SIRA (permiso de importación) que distribuye la Secretaría de Comercio. Luego hay que acceder a los dólares del BCRA.
El antecedente
En febrero del año pasado, la AFIP dirigida entonces por Mercedes Marcó del Pont y el Ministerio de Desarrollo Productivo, que manejaba entonces Matías Kulfas, habían admitido que estaban “peinando” a importadores considerados “dudosos” por las autoridades. El 26 de enero se registró entonces un apagón del CEF, que fue denunciado en los medios el 8 febrero. Entonces, según indicaron los funcionarios, el sistema fue modificado y pasó entonces a reflejar la solvencia y liquidez de las empresas cada 30 días a mostrar su “consistencia en el tiempo”. Cuando las SIMI fueron reemplazadas por las SIRA, ya con la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía y de Castagneto en AFIP, también se prometió un cambio en el CEF que nunca llegó. Por lo menos, hasta el día de hoy en el que comenzaron a registrarse cambios.
“¿Te acordás lo de febrero de año pasado? Volvió Lo mismo”, contó un dirigente de una importante cámara empresaria. “Hoy, las empresas amanecieron con el CEF sensiblemente caído, más bajo, sin ningún cambio aparente en su comportamiento fiscal, económico y financiero”, agregó. “Bajaron alrededor 60% del cupo”, confirmó el presidente de otra importante entidad empresaria en la Argentina. “Tengo algunos [empresarios] específicos que no tenían nada pendiente de exportación. De paso se ve que bajaron algunos CEF que no tenían nada que ver, pero es lógico porque ya no quedan dólares”, completó.
“Hace un rato había recibido información al respecto de miembros de la comisión de Comex”, completó un tercer dirigente empresario ante la consulta de La Nacion. “Aparecieron casos de empresas con CEF de $1, como ocurría a comienzos del año pasado, lo que condiciona el acceso al mercado de cambios. Básicamente, le dicen a la empresa que solo podría importar por ese monto ridículamente bajo”, señaló.
Sin embargo, no se trata aún de un problema generalizado, según pudo saber este medio. Por lo menos, las grandes empresas industriales no son, por ahora, afectadas. La medida oficial, hasta el momento, estaría impactando primero a las pymes. Curiosamente, “con eje en producción y tecnología, Massa inició su gira por Mendoza y San Luis”, indicaron sus voceros hoy por la tarde. El ministro visitó la empresa IMPSA, precisaron, y la caracterizó como “un símbolo del desarrollo industrial argentino”.
Ante un CEF rechazado, la posibilidad era pedir un “reproceso”, un pedido que puede hacerse una vez por mes. Esa instancia generalmente termina en rechazo. Luego puede hacerse un pedido de disconformidad. En ese caso, la AFIP reclama informes profesionales, extractos bancarios, comprobantes AFIP, de otros organismos, constancias y certificaciones de sociedades, asociaciones y entidades análogas emitidas por IGJ, RPC, Inaes y otros organismos, estatutos o contratos sociales, actas, certificaciones de servicios, libros contables, entre otros papeles. Ahora, se suma este pedido oficial de liquidar divisas antes de poder acceder al MULC. La traba, como parece, comenzó a verse hoy, se verá directamente en el CEF.
Sin dólares
La situación de las reservas en la Argentina es dramática. El Gobierno debió ayer hacerle un pago al Fondo con nueva deuda de la CAF (US$1000 millones) y con yuanes prestados del swap con China. Hoy debía pagarle US$736 millones más al organismo. Fuentes oficiales confirmaron a La Nacion, sin embargo, que mañana saldría un decreto para pagar el viernes con Derechos Especiales de Giro (DEG) que vendrían de un fondo que tiene el FMI de saldos con los países que no los usan.
Dos semanas atrás, además, el Gobierno anunció un encarecimiento de las importaciones a través de la generalización del impuesto PAIS (una devaluación fiscal). Se impusieron alícuotas de 7,5% para bienes y de 25% para servicios, con algunas excepciones (entre ellas, los alimentos de la canasta básica y la energía). Ya el Gobierno había extendido los plazos de pago para el acceso al MULC con la SIRA y empujaba a las empresas a que refinancien deuda en el exterior (también a las provincias). Tanto es así que las compañías vienen sumando un fuerte pasivo con proveedores y casas matrices.
Las reservas brutas o totales del BCRA, compuestas en más de un 90% por préstamos de todo tipo, se hundieron ayer en US$1614 millones al concretar el Gobierno el anunciado pago de una de las cuotas del capital prestado por el FMI a la Argentina en 2018. Cerraron en los US$24.032 millones. Para dar con un nivel más bajo hay que remontarse hasta el 22 de mayo de 2006, fecha en la que habían cerrado en US$24.015 millones. Es decir, hay que remontarse 17 años y algo más de dos meses atrás.
LA NACION.-