“TENES LAS HORAS CONTADAS”: ENTRARON A UN CAMPO Y SE LLEVARON VACAS POR MAS DE $20 MILLONES.
En la zona de Eldorado, Misiones, al productor Julio Carrizo le robaron 131 animales en un sorprendente hecho; “me siento desamparado”, dijo; los ganaderos de la región piden esclarecer lo ocurrido y denuncian más casos.
Julio Carrizo tiene 62 años y ya hace un tiempo decidió empezar a viajar menos y dedicarse al campo ganadero que tiene en la zona de Eldorado para encontrar una forma de vida más tranquila y sin tantas ausencias del hogar.
Carrizo, tucumano de nacimiento, trabaja en obras civiles industriales y dirige construcciones de gasoductos, pozos petroleros o grandes plantas industriales. En el 2002 dirigió la construcción de la planta de tableros MDF de Arauco Argentina en la localidad de Puerto Piray, una de las fábricas más grandes que hay en Misiones, y ahí encontró el amor que lo vinculó a la tierra colorada.
Pero hace tres semanas el campo de Carrizo sufrió el mayor robo de ganado del que se tenga registro en la provincia de Misiones. En una noche, del domingo 10 al lunes 11 de septiembre, le llevaron 131 cabezas valuadas en más de 20 millones de pesos.
Un golpe al corazón para el sueño de este hombre que buscaba justamente encontrar una actividad que le trajera tranquilidad, en cambio vive hoy una pesadilla.
Del total, unos 11 animales aparecieron sospechosamente en el campo del vecino, que antes de que llegara la policía vino a amenazarlo. Y de los 120 animales que continúan desaparecidos, hay 45 vaquillonas preñadas (de las cuales 30 están inseminadas) y el resto son terneros de 150 o 160 kilos.
La pesadilla de Carrizo comenzó el lunes cuando lo llamó el encargado de su chacra y le informó que había encontrado animales dispersos, alambres cortados y portones rotos. “Doy aviso a la policía y llega ya tarde ese lunes”, explica Carrizo. Antes de que llegaran los efectivos se acercó el vecino, al que identificó como “Tato” S. y lo amenazó. “Acá tenés los días y las horas contadas”, le advirtió, tras comentarle que no le costaría nada cortar el alambrado y llevarse su ganado.
Carrizo, desconcertado, también hizo la denuncia de esas amenazas a la policía, contó. Y esperó varios días para que el juez de instrucción 1 de Eldorado, Roberto Saldaña, le pusiera una carátula a la causa que permitiera que su abogado se presentara como parte querellante.
“Pedí hablar con el juez, me dio una cita, me hizo esperar casi una hora y después me dijo que no me podía atender”, explicó Carrizo en diálogo con LA NACION.
Zona liberada
Los robos de ganado en Misiones son una constante, van en ascenso y los productores se están organizando. El sábado último se realizó en Santiago de Liniers una reunión de los productores autoconvocados para reclamar el esclarecimiento de este hecho. “Creemos que acá hay una zona liberada, no puede ser el robo de semejante cantidad de ganado”, señaló Sergio Dellapierre, referente de este grupo, en diálogo con FM Santa María de las Misiones.
Hasta ahora, los robos de ganado en general se circunscribían a cantidades muy chicas, de 2 o 3 cabezas, con frecuencia carneadas en el lugar. Pero en Misiones hay estupor por la cantidad que le llevaron a Carrizo y una creciente indignación por la falta de respuestas concretas de la Policía y otras autoridades.
“Siempre lo digo públicamente: la policía siempre hace el intento, busca resolver los casos pero se traba en una maraña de pasos y cuestiones burocráticas que hace más fácil el escape del delincuente que sustentar la denuncia de la víctima”, explicó Dellapierre.
La Nacion dialogó con cuatro productores y en todos reina el desánimo y el escepticismo respecto a que alguien con autoridad y capacidad de encontrar a los ladrones de ganado los pueda ayudar.
“Cada vez es peor, otros productores nos advierten que la zona oeste de la provincia se está convirtiendo en un Rosario. A nosotros también nos descuartizaron dos animales esta semana”, dijo a La Nacion, Frances “Paquita” Lowe, una empresaria del rubro automotor que fue una de las primeras mujeres en dirigir un concesionario Ford en la Argentina en los años 60 y tiene un campo ganadero en El Dorado.
“La descripción llevada a cabo por la víctima a dejado en claro el desamparo total que padecen los productores en estas lamentables instancias de delitos rurales, la absoluta lentitud de la Justicia. El no accionar de los entes nacionales (Senasa) que deberían asistir a la víctima y la inacción de las fuerzas policiales en la determinación de stock de hacienda para esclarecer rápidamente la sustracción”, señaló el comunicado de autoconvocados.
Pero para este grupo: “La falta más importante recae en la falta de interés y/o decisión política de nuestros gobernantes para protegernos de los delitos rurales y terminar con estas verdaderas bandas delictivas”.
En este marco, Carrizo señaló que los efectivos no conocen cómo hacer un allanamiento de un campo ganadero. “Le tienen que pedir a la persona a cargo del campo el Renspa [un registro de productores], para saber si es un campo habilitado para tener animales, corroborar el stock de ese campo, hay que ver las marcas y que estén autorizadas por el Senasa, pero nada de eso se hizo”, señaló Carrizo, quien comentó que en 2019 también sufrió el robo de unas 30 cabezas de ganado. “Me siento desamparado, me siento desnudo, pero no me voy a rendir”, aseguró.
Este casi ingeniero mecánico [dejó los estudios para ponerse a trabajar], supo dirigir obras como la del gasoducto que va de Villa Tunari a Cochabamba en Bolivia, con mega perforaciones horizontales dirigidas (HDD), también trabajó en México, Colombia y otros países de la región.
Hasta que un día decidió empezar a parar la pelota y construir su retiro o su Plan B, seducido por la tranquilidad y la paz en la provincia de Misiones. Hoy le toca vivir una verdadera pesadilla.
Por: Martín Boerr.-
LA NACION.-