LA MESA DE ENLACE LE RESPONDIO A MASSA SOBRE PORQUE NO HICIERON UN TRACTORAZO.
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Dirigentes del sector explicaron que se enfocaron más en presentar propuestas que en la protesta en un año duro por la sequía; dijeron que recibieron respuestas “insuficientes” del Gobierno.
Luego de las declaraciones del ministro de Economía, Sergio Massa, de que en este tiempo no tuvo un solo tractorazo porque fueron a “abrazar” a los productores, integrantes de la Mesa de Enlace le contestaron que la intención del sector siempre fue instalar en el Gobierno más propuestas sobre las necesidades del campo y menos protestas. Las ayudas oficiales que los dirigentes califican como parches, aclararon, fueron “insuficientes”. Indicaron que por el quebranto mismo por la sequía “faltó voluntad” para la protesta.
“No hubo un solo tractorazo porque fuimos a abrazar a cada productor sin importar cómo pensaba y decirles que estábamos al servicio”, dijo Massa esta mañana en Córdoba. Vale recordar que, más allá de lo dicho por el ministro, en abril de 2022 autoconvocados organizaron un masivo tractorazo en Plaza de Mayo. Antes, en 2021, en San Nicolás hicieron una concurrida movilización. Por otra parte, cuando en 2020 el presidente Alberto Fernández quiso expropiar la cerealera Vicentin se realizaron banderazos a los que se plegaron productores.
Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), la entidad que más asambleas realizó en el último tiempo, recordó que la movilización más representativa fue la que encabezaron sus dirigentes hacia el Congreso y la Secretaría de Agricultura. “Hicimos un cese de comercialización de hacienda: cuando cerraron las exportaciones de carne hubo 15 días sin comercializar, con corrales vacíos. Nos manifestamos e hicimos un cese de comercialización de maíz que rápidamente obligó a darles apertura. Hemos estado, y en este año de Sergio Massa hemos querido encontrar una conexión para el productor y hacer algo fuerte porque después de 21 años de pagar retenciones ameritaba ser acompañados para salir de una fuerte sequía que principalmente sirvió para pedir exenciones o prolongación de pagos en el Fondo Monetario. No sirvió para ayudar a los productores y, lamentablemente, no conseguimos el acompañamiento. Las ayudas fueron insuficientes, para reinsertar a los productores se los tuvo que acompañar con ayudas porque hubo algunos en total quebranto sin tener ningún tipo de producción”, aseveró.
El dirigente aclaró que la poca adhesión a manifestaciones fue porque el productor cuando está en situación de quebranto “le duele hasta cargar un tanque de combustible” y ponerle días de dedicación a una protesta: “Es más difícil que cuando está bien económicamente”.
“No encontramos el eco necesario, tal vez lo tuvimos que trabajar más. Tampoco hubo mucho tiempo porque en distintas provincias arrancaron las campañas electorales y se vivió de campaña en campaña. Se soslayó la importancia que tenía ayudar a los productores, pero justificativos hubo de sobra”, apuntó.
Las compensaciones que el Gobierno habilitó para sectores como la lechería, indicó que, si bien sirvieron, solo fueron un “parche”.
“Lo que más recibieron fueron los tamberos y aun así no es una gran suma. El resto fueron más anuncios que hechos concretos. Lo que jugó en contra es que cuando no se tiene dinero y está asfixiado del quebranto falta voluntad. Se tuvo que haber hecho más asambleas para que más gente se sumara”, añadió.
Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, dijo que en su caso, desde la entidad han estado gestionando ayudas para los productores, dada la difícil situación que han atravesado por el clima, aunque aclaró que no consiguieron lo suficiente, ya que en algunos casos solo alcanzaron la mitad, donde las pérdidas se volvieron cuantiosas. El dirigente recordó que las distintas entidades del sector agropecuario estimaron que las pérdidas rondarían los US$20.000 millones por la sequía.
“Salimos a buscar líneas de alivio fiscal, financiamiento, para nuestras cooperativas y nuestros productores. Estuvimos permanente contacto con los productores, y los vimos mucho más preocupados en cuidar sus animales, la disponibilidad de alimento balanceado, la producción y cómo enfrentar el nuevo, que en hacer medidas de protesta que muchas veces no tienen los resultados esperados. Pusimos todo el foco en gestionar ayudas”, puntualizó.
Laucirica sostuvo que la dirigencia de Coninagro se ha enfocado más en generar más propuestas que en la protesta. Por tanto, recordó que desde el Consejo Agroindustrial (CAA) presentaron a legisladores y el gobierno un Plan Federal Agroindustrial, con un paquete de medidas en la que proponían incentivar la producción, las inversiones, no solo en la faz productiva, sino en el agregado de valor. “Estamos en contacto con los que son alternativas de poder para requerirles cuáles son las políticas que tienen para el conjunto de la economía del país. Buscamos generar mayor movilización en la economía, empleo genuino. Tenemos que estar más en la propuesta más que en la protesta, sin descartar que ante una situación extrema tengamos que tomar otra decisión, pero hoy lo que se necesita es esto”, afirmó.
El dirigente agregó que no solamente el campo la ha pasado mal en este tiempo, sino toda la sociedad. “Todos la estamos pasando muy mal, nadie tiene que decir que está peor que el otro. Tenemos que ver para adelante y seguir adelante con los productores con propuestas para, con la sociedad, en su conjunto podamos salir de este pozo”, afirmó.
En tanto, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), agregó: “Es imprescindible que los productores sepamos qué política agropecuaria van a desarrollar a partir del 10 de diciembre porque los políticos deben entender que los argentinos no queremos más el camino de la confrontación y la pelea, porque la grieta es negocio para ellos, no para los que trabajamos generando empleo, inversión y arraigo rural”.
Y añadió: “Hace dos semanas nos juntamos más de 80 entidades en la Plaza de Mayo con representantes de todos los eslabones de la cadena agroindustrial para pedir por más república y más democracia. El sector privado mira hacia adelante y con ganas de hacer más cosas, mientras que los políticos miran las peleas del pasado”.
LA NACION.-
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