LOS NUEVOS “DOLARES” DE MILEI: SEGUIRA HABIENDO UN TIPO DE CAMBIO DIFERENCIAL PARA EXPORTADORES.
El Ministerio de Economía sorprendió al oficializar una nueva edición del Programa de Incremento Exportador que utilizó Sergio Massa, con un esquema “80/20”. También se formalizó el aumento del Impuesto PAIS a las importaciones.
Tras las anuncios de medidas económicas realizados por el ministro de Economía, Luis Caputo, entre los que se incluyó como novedad relevante una devaluación de tipo de cambio oficial hasta $ 800 por dólar, el Gobierno de Javier Milei sorprendió este miércoles con otra novedad que no fue mencionada por Caputo en su discurso.
Economía decidió echar mano al Programa de Incremento Exportador que utilizó durante casi toda su gestión el ex ministro Sergio Massa y estableció un nuevo dólar diferencial para los exportadores.
En concreto, a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial, estableció que quienes vendan productos al exterior podrán liquidar de la siguiente manera:
- Un 80% a través del Mercado Libre de Cambios (MLC)
- Por el 20% restante, concretar operaciones de compraventa con valores negociables adquiridos con liquidación en moneda extranjera, y vendidos con liquidación en moneda local.
Según fuentes del mercado, esto supone un “dólar exportador” que quedaría en un valor aproximado de $ 860, suponiendo un tipo de cambio oficial (80%) de $ 800 y un Contado con Liquidación que ayer cerró a $ 1.037, pero hoy habrá que ver hasta dónde se incrementará.
LOS ÚLTIMOS “DÓLARES” PARA EXPORTADORES
Cabe recordar que el último esquema que había estado vigente durante el mandato de Massa al frente del Ministerio económico fue “50/50”.
Antes de eso, había sido un “70/30” y, previamente, “75/25″, pero solo para productos agropecuarios: soja, cebada, girasol, sorgo, vino, tabaco y cueros.
IMPORTACIONES MÁS CARAS
Por otro lado, otro decreto formalizado este miércoles especificó el incremento del Impuesto PAIS al 17,5% para las importaciones de todos los bienes que trae Argentina del exterior.
Esto podría significar un encarecimiento de numerosos insumos que utilizan los productores agropecuarios; principalmente, de los fertilizantes y los fitosanitarios.