ALIVIO PARA LOS PRODUCTORES: LA MEJORA DE LOS RINDES REDUCE EL PESO DE LOS IMPUESTOS SOBRE LA RENTA.
De acuerdo al índice de participación del Estado en la renta agrícola, $59 de cada $100 que generan los productores van al fisco.
De acuerdo a la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), de cada $100 de renta que genera el campo en soja, trigo y maíz, el Estado se queda con $59.
Con respecto a la última medición de la entidad (que se elabora de manera trimestral), el índice cayó un 17% con respecto a septiembre.
Al analizar por cultivo, la participación del Estado en soja es del 64,8%, trigo 60,7%, maíz 49,6% y girasol 45,8%.
Según Nicolle Pisani Claro, economista de FADA, esto se debe principalmente al incremento de los rindes en los cultivos y no tanto a las medidas anunciadas por el Gobierno.
Los economistas de FADA analizaron la estructura de costos de los cultivos y concluyeron que, en soja, un 58% están expresados en dólares y el 42% restante en pesos.
Si a esta variable si añade el costo de la tierra, los costos dolarizados trepan al 72%.
En maíz, los fertilizantes y semillas tienen más peso que en el caso de la soja, los costos dolarizados ascienden al 62% de la estructura, mientras que los pesificados alcanzan el 38%.
Si se considera el costo de la tierra, la incidencia de los costos dolarizados asciende al 69%.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LOS IMPUESTOS
Los impuestos nacionales no coparticipables representan el 64,9% del total de impuestos que afronta una hectárea agrícola en Argentina. En este punto, el mayor peso recae sobre los derechos de exportación y se debe añadir el impuesto a los créditos y débitos bancarios.
En tanto, los tributos nacionales coparticipables entre Nación y las provincias representan el 32,2% de los impuestos medidos. En este listado figuran sobre todo Ganancias y los saldos técnicos de IVA:
Las provincias reciben parte del 32,2% como coparticipación, y también recaudan diversos impuestos. En este rubro, se incluyen el impuesto inmobiliario rural, el impuesto a los sellos y el impuesto a los ingresos brutos con una alícuota reducida: Córdoba y Santa Fe, por ejemplo, no cobran este último impuesto. De este modo, los tributos provinciales representan el 2,7% de los impuestos totales.
Por último, los impuestos municipales representan el 0,2% de los impuestos y en provincias que cobran estos impuestos, la participación es mayor.
Mientras el Índice FADA nacional es de 59%, en Entre Ríos se ubica en 60,4%, seguida por Córdoba (59,1%); Santa Fe (58%); Buenos Aires (57,4); La Pampa (56,7%) y San Luis, con 56,2%.
EL IMPACTO DE LAS NUEVAS MEDIDAS ECONOMICAS
El último informe de la entidad también se enfocó en los recientes anuncios económicos del Gobierno.
“De las medidas adoptadas por el nuevo gobierno hay tres que pueden tener efecto sobre esta medición: devaluación, desdoblamiento cambiario y apertura de importaciones. A eso se suma el reciente envío al Congreso de la Ley Ómnibus que contiene subas en los derechos de exportación”, explicó David Miazzo, Economista Jefe de FADA.
El economista explicó que la suba en el tipo de cambio se reflejará en una mejora en el poder de compra de los granos, con respecto a costos en pesos como fletes y labores. “Sin embargo, en los próximos meses se irán encareciendo, lo que puede impactar en una suba del índice en próximas mediciones”, expresó Miazzo.
Por otro lado, el desdoblamiento cambiario genera un tipo de cambio mayor para los insumos importados respecto al dólar exportador. Para la entidad, el dolar para la importación “inflará” la cotización de los insumos traídos desde el exterior: en la práctica, pagarán $947 por cada dólar importado, pero en la práctica al productro se lo cotiza a un tipo de cambio oficial de $807.
“La apertura de las importaciones debería ir reduciendo algunos precios en dólares, pero irá sucediendo gradualmente a lo largo de las próximas semanas a medida que se normalice el flujo de pago de esas importaciones”, detalló.
En FADA también midieron cuanto impactaría la suba en los derechos de exportación en el índice que mide la participación del Estado en la renta agrícola. En soja, el promedio a nivel nacional pasará de 59% a 60,4%; en maíz y trigo subiría 3% y 13% en el caso del girasol.