EL TABACO SE SUBE AL TREN DE LOS BIOINSUMOS: EL PLAN PARA REDUCIR HASTA 25% LA FERTILIZACION QUIMICA.
El tabaco es una producción esencial en la economía regional de las provincias del norte argentino. Por ese motivo, herramientas como la adopción de productos biológicos fortalece la actividad y ayuda a mejorar los niveles de sustentabilidad.
El sector tabacalero está dispuesto a mejorar la sustentabilidad del sistema. Por ese motivo, un grupo de especialistas del INTA apunta a reducir hasta un 25% la utilización de fertilizantes de síntesis química en la actividad y complementarlo con biológicos.
El tabaco es esencial en la economía regional de las provincias del norte argentino, debido a que es uno de los cultivos con mayor rentabilidad en explotaciones de pequeña escala en zonas donde otros cultivos no resultan viables o rentables.
En ese marco, y buscando respuestas que permitan mejorar los aspectos productivos y ambientales, un equipo de investigación -liderado por especialistas del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) del INTA– trabaja en la implementación de estimulantes microbianos como complemento a la nutrición convencional.
Se trata de insumos biológicos, cuyo principio activo pueden ser hongos o rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal.
Estos, al ser aplicados al suelo, las semillas o de manera foliar a través de la práctica denominada inoculación, tienen la capacidad de mejorar la germinación, el desarrollo y el rendimiento de los cultivos, así como también favorecerlos frente a condiciones adversas como estreses bióticos (patógenos) o abióticos (sequía, salinidad, etc.).
ALTERNATIVA SUSTENTABLE PARA EL TABACO
Frente a este escenario, la utilización de bioinsumos se considera como una alternativa sustentable debido a que permiten reducir el uso de fertilizantes de síntesis química.
“Para fortalecer las economías regionales es fundamental incrementar las producciones bajo un modelo de menor impacto ambiental, ya que de esta manera se diversifica la matriz productiva nacional”, sostiene Mariana Puente, investigadora del Laboratorio de Bacterias Promotoras del Crecimiento Vegetal (LBPCV) del IMYZA.
La especialista, se encuentra a cargo del proyecto y observa con buenas perspectivas el cambio que se viene en materia agroindustrial. “Los resultados obtenidos impulsan a seguir trabajando en la temática”, afirmó Puente.
Además, aseguro que “teniendo en cuenta que las explotaciones familiares tabacaleras también realizan cultivos hortícolas, el próximo objetivo a cumplir será tomar el sistema productivo tabacalero-hortícola para abordar de manera conjunta el uso de bioinsumos generando beneficios para la economía regional, los productores y el medioambiente en estos sistemas”.
ENSAYOS POSITIVOS
Desde 2022, se realizan ensayos en el Laboratorio de Bacterias Promotoras del Crecimiento Vegetal y a campo en las provincias de Corrientes y Chaco para evaluar la respuesta frente a la práctica de inoculación en el cultivo de tabaco.
El objetivo es evaluar la aplicación de este tipo de bioinsumo y corroborar su efecto en el crecimiento de las plantas para ser considerada como un complemento de la nutrición convencional y reducir las dosis de fertilizantes de síntesis química.
“Para fortalecer las economías regionales es fundamental incrementar las producciones bajo un modelo de menor impacto ambiental, ya que de esta manera se diversifica la matriz productiva nacional”, sostiene Mariana Puente, investigadora del Laboratorio de Bacterias Promotoras del Crecimiento Vegetal (LBPCV)
“Teniendo en cuenta que los productores remojan la semilla de tabaco en agua el día anterior a la siembra para acelerar el proceso de germinación, en el Laboratorio realizamos ensayos de velocidad germinativa con el objetivo de determinar la dosis óptima de inoculación con los microorganismos Azospirillum argentinense Az39 y Penicillium bilaiae capaz de generar promoción de crecimiento en semillas de tabaco criollo correntino y chaqueño”, describió Puente.
RESULTADOS PRELIMINARES
Los ensayos de inoculación en semilla permitieron observar que la variedad criollo correntino se vio favorecida, ya que mostró incrementos en el porcentaje de germinación que oscilaron del 33 al 35 %, en comparación con los tratamientos sin inocular; mientras que el criollo chaqueño no manifestó respuesta de promoción en esta etapa.
Asimismo, durante los ensayos también se evaluó -luego de un mes de la inoculación- el porcentaje de implantación, lo que permitió determinar que en el tratamiento no inoculado la implantación disminuyó por efectos de un estrés hídrico a un 68%, mientras que en los tratamientos inoculados se mantuvo en un porcentaje de 90%.