BIOCOMBUSTIBLES: “ARGENTINA NECESITA TERMINAR CON UN SISTEMA ANTI MERCADO DE CUPOS Y PRECIOS.
Desde la cámara que nuclea a los exportadores de biocombustibles volvieron a reclamar un cambio en el esquema normativo que actualmente regula al sector. Afirman que el sistema actual “es costosísimo para el consumidor”.
El sector exportador de biocombustibles volvió a reclamarle al Gobierno nacional que reforme el actual marco regulatorio de la actividad.
En la actualidad, el corte obligatorio para gasoil con biodiésel elaborado en base a soja se ubica sobre el 7,5% y el bioetanol de maíz y caña de azúcar para nafta en el 12%.
El contexto para las fábricas es complejo, a partir de una elevada ociosidad. En la actualidad, cuentan con una capacidad instalada de 3,5 millones de toneladas y no logran superar el escenario de estancamiento.
Con un cupo de ventas al exterior enfocado en Europa y sin otros mercados a la vista, los exportadores buscan abrir el juego y participar en el corte interno del gasoil, que por ley está en manos de las pymes elaboradoras de biodiésel.
EL PEDIDO DE LOS EXPORTADORES DE BIOCOMBUSTIBLES
En concreto, la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), que nuclea a las principales empresas productoras y exportadoras de biodiesel del país, emitió un comunicado.
En el documento, además del pedido a las autoridades, criticaron las políticas intervencionistas del Estado desde 2010, cuando comenzó a implementarse el corte obligatorio de biodiesel con gasoil en Argentina.
Para la entidad, el fallido proyecto de Ley Ómnibus brindaba un horizonte de crecimiento para los biocombustibles.
“Argentina necesita terminar con un sistema anti mercado de cupos y precios en biodiésel que es costosísimo para el consumidor y no existe en ninguna otra parte del mundo”, advirtieron.
Y agregaron: “Hay que lograr que el congreso sancione una nueva ley que promueva la libre competencia y el crecimiento del biodiésel, en favor de la competitividad de nuestra economía y del medio ambiente”.
El pedido de Carbio se enfocó en tres puntos:
- Elevar el corte obligatorio al 15% para marzo del 2025 y continuar los posibles incrementos en convergencia con el mercado brasileño, atendiendo a la similitud tecnológica del parque automotor de ambos países y aprovechar las experiencias de uso que se puedan tener a nivel regional
- Permitir la participación de todas las empresas productoras de biodiésel en el corte obligatorio del mercado interno
- Promover un mercado de libre competencia, sin restricciones o segmentaciones en la menor medida posible