“ESCENARIO DE GUERRA”: EL DURO RELATO DE UN PRODUCTOR SOBRE LO QUE PASA CON LAS INUNDACIONES EN BRASIL.
El presidente de la Federación de Trabajadores Agropecuarios de Rio Grande do Sul, Carlos Joel da Silva, dijo a LA NACION que hay dificultades para cuantificar las pérdidas por la magnitud del mismo desastre.
“Es una situación terrible, casi como un escenario de guerra”. Con estas palabras, Carlos Joel da Silva, presidente de la Federación de Trabajadores Agropecuarios de Rio Grande do Sul (Fetag-RS), comenzó a describir cómo viven los productores agropecuarios de la región las dramáticas inundaciones que, describió, “arrasaron con todo a su paso”, llevándose vidas humanas, dejando decenas de desaparecidos, destruyendo hogares y con innumerables pérdidas productivas.
“Tenemos muchos productores que lo han perdido todo, que perdieron familiares, sus hogares y sus medios de producción. Se quedaron sin cosechas de soja, arroz y maíz, y sus máquinas agrícolas están sumergidas bajo el agua. Los animales también murieron. Estamos en una situación extremadamente difícil”, comentó.
Con más de la mitad del territorio del estado afectado, detalló que hay más de 80 personas que perdieron la vida, más de 120 desaparecidos y miles sin hogar fuera de sus casas. “Somos un Estado que depende en gran medida de la agricultura, y ahora estamos luchando por sobrevivir. Los agricultores no saben qué hacer y la población en general está haciendo todo lo posible para ayudar”, agregó.
El impacto en el sector agrícola es devastador. Según sostuvo, el 77% de los municipios de Rio Grande do Sul han sido afectados de alguna manera por esta tragedia. En el estado cuentan con 365.000 establecimientos agropecuarios, de los cuales 293.000 son de agricultores familiares, de donde dependen más de 716.000 personas. En total, son 5,5 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura familiar donde se produce el 81% del pollo de Brasil, el 70% de la mandioca, el 64% de la leche, el 51% de la carne de cerdo, el 31% del ganado, el 18% del trigo, el 11% de arroz y el 9% de la soja. Esa situación se ve agravada porque también la infraestructura, como carreteras, puentes y viaductos, quedaron destruidos. Hay municipios y residentes aislados. Los camiones no pueden llegar para recoger la producción o llevar alimento a los productores.
Por esa razón, indicó que el 40% de la producción láctea se está desperdiciando, ya que los camiones no pueden llegar a recolectarla. Tampoco los animales en las granjas pueden ser alimentados adecuadamente debido a la falta de acceso a la comida. Además, ya empezaron a escasear las frutas y las verduras. En este marco, todavía no pudieron hacer un relevamiento preciso sobre cuántos establecimientos afectados hay y las pérdidas productivas.
“En este momento estamos luchando para evitar más pérdidas de vidas, evacuar a las personas en situaciones de riesgo de sus hogares”, agregó. Según detalló, trabajan para alimentar a estas personas que están fuera de sus casas, en refugios, y para reconstruir lo que el agua destruyó.
Este escenario desolador se da en un contexto en el que los productores “ya estaban endeudados por lo que necesitarán ayuda adicional” para recuperarse de esta crisis. “Estamos pidiendo al gobierno estatal y federal que brinden apoyo financiero y recursos adicionales para mantener viva nuestra agricultura”, afirmó.
En cuanto al transporte aéreo, la situación es “igualmente preocupante”. El Aeropuerto Internacional de Porto Alegre está cerrado desde el pasado viernes y existe la posibilidad de que no reabra sus operaciones hasta el próximo mes. Además, los aeropuertos más pequeños no están en condiciones de recibir aviones de tamaño medio.
“La gente aquí está pasando por esta calamidad, enormes pérdidas, tanto de vidas como de patrimonio y producción, y ahora tenemos que reconstruir y rezar para que las lluvias no vuelvan a ocurrir”, remarcó.
“La población está tratando de hacer lo que puede junto con los gobiernos para empezar a recuperarse, pero mientras el agua en los municipios más arriba está bajando, en la capital del Estado está subiendo y las previsiones son de lluvia ahora en la región sur y con la posibilidad de inundaciones”, dijo. Según expresó, desde la entidad están en conversaciones con el gobierno estatal y federal para coordinar esfuerzos y encontrar formas de ayudar a los agricultores a superar esta difícil situación.
Por: Pilar Vazquez.-
LA NACION.-