“GENERA BRONCA”: PROCUPACION POR EL REGRESO DE LOS ATAQUES A SILOBOLSAS CON UN MISTERIOSO HECHO.
En Henderson, provincia de Buenos Aires, a Augusto Maquieira le vandalizaron un bolsón con cebada; hace quince días le robaron 50 toneladas de soja en otro establecimiento.
El silobolsa cortado de punta a punta y las 250 toneladas de cebada que contenía desparramadas por el piso fue la escena que el productor Augusto Maquieira encontró el último sábado por la mañana en un campo que arrienda en las inmediaciones de la localidad bonaerense de Henderson. Este incidente es el segundo del que es víctima en menos de 15 días, después de que le robaran 50 toneladas de soja en otro establecimiento, en Arrecifes. Desde septiembre de 2023 no se conocían hechos contra silobolsas.
“El jueves por la noche nos rompieron un silobolsa donde teníamos almacenadas 250 toneladas de cebada que íbamos a utilizar para semilla en esta campaña. A la mañana siguiente nos encontramos con el bolsón todo tajeado, de punta a punta, y el cereal desparramado en el piso”, relató el productor, que aseguró que no tiene indicios ni sospechas concretas de quién pudo haber sido el autor de este acto de vandalismo.
“Hicimos la denuncia en la patrulla rural de la zona, pero nadie vio nada ni se sabe nada”, contó. Maquieira hace agricultura en varias zonas de la provincia de Buenos Aires, en el sur de Santa Fe y Córdoba. Destacó la suerte de haber sido alertados a tiempo por un vecino, lo que permitió organizar rápidamente un operativo para recuperar la mayoría del cereal antes de que lloviera y se perdiera por completo. “Ese mismo día hicimos un operativo con gente. Con palas lo pudimos cargar y se recuperó casi toda la totalidad”, expresó.
Según el productor, este hecho de vandalismo le confirmó que en los campos que están en la ruta o cercanos a los pueblos ya no se puede dejar cereal almacenado en silobolsas. Desde 2020 La Nacion viene haciendo un relevamiento de los ataques a silobolsas y desde abril de ese año ya vandalizaron 283.
De acuerdo a lo que precisó, hace 15 días delincuentes ingresaron a otro establecimiento que trabaja sobre la ruta 51, al norte de Arrecifes, y se robaron 50 toneladas de soja. “En toda esa región, más cercana a la zona núcleo, no se puede dejar nada almacenado porque directamente se lo llevan. En este caso cargaron con baldes porque quedaron las marcas de cómo hicieron el trabajo”, dijo.
Desde 2003 que el productor está en la actividad y sufrió cinco hechos de este tipo. Advirtió: “El problema es que son cada vez más cercanos en el tiempo. Hace 10 años atrás estas cosas eran poco comunes”. En 2016, a plena luz del día, le robaron 400 toneladas de trigo que tenía en dos silobolsas y parte de un tercer silobolsa también en un campo de Henderson. Para el traslado de toda la mercadería los delincuentes necesitaron el equivalente a entre nueve y once camiones y logística para la descarga del cereal desde los bolsones.
“Esto no solo genera bronca porque no se entiende de dónde viene la necesidad de hacer tanto daño, sino también es un perjuicio para toda la gente que trabajó con palas haciendo un esfuerzo grande para poder juntar el cereal del piso”, indicó.
Señaló que esto complica la dinámica de trabajo a futuro. “El silobolsa constituye una herramienta fundamental en el agro de hoy en día porque es una tecnología que te permite en ciertos momentos poder seguir cosechando sin tener logística de camiones. Pero si este tipo de eventos se siguen reproduciendo y no hay medida de seguridad, se va a complicar la situación”, dijo. “A pesar de que no podríamos hacer lo que hacemos sin esa herramienta, en ciertos campos lo vamos a tener que empezar a replantear porque se ha constituido en un peligro”, agregó.
Cuando Sergio Massa era presidente de la Cámara de Diputados en el gobierno anterior, impulsó un proyecto en conjunto con el legislador del Frente de Todos, Ramiro Gutiérrez, para castigar con una pena de hasta cinco años de prisión este vandalismo rural. Sin embargo, esto nunca fue tratado en el recinto.
LA NACION.-