“SANGRIA”: UNA PROVINCIA NO DEJA DE PERDER TAMBOS Y SE CONOCIO EL CIERRE DE OTRAS 49 EMPRESAS.
Según un informe de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), versus 2023 además hubo una caída del 18% en la cantidad de vacas en producción.
El número impacta. Año a año, la sangría de tambos no cesa en Entre Ríos y, respecto del 2023 ya son 49 tambos menos. En la actualidad, según el relevamiento obtenido en la última vacunación de Aftosa, solo quedan en la provincia 624 establecimientos lecheros y se pasó de 84.187 vacas en producción a 60.405 cabezas, una caída del orden del 18% o una pérdida de 14.782 vacas.
En un fuerte comunicado, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) advirtió, citando un informe de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), que “no se logra detener la sangría de tambos, con el agravante que no aparecen en el horizonte políticas claras en esta cadena agroalimentaria que es de las más importantes del país”.
“Dicha cadena abastece el consumo interno desde hace más de 20 años y desde aquel momento no tiene medidas estratégicas desde el Estado, por lo tanto, se ha transformado en una cadena agroalimentaria coyuntural y sin planificación”, señaló Norberto Ferrari, ingeniero agrónomo, productor tambero y referente de la Mesa de lechería de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer) y de CRA.
En este escenario, la entidad destacó que “estas condiciones ausentes se evidencian con serruchos de saldos exportables cuando las condiciones fueron buenas y con bajas importantes en situación de clima o de precios bajos y significó un estancamiento de la cadena que ya lleva más de dos décadas”.
“En las anteriores crisis se venían perdiendo tambos, pero los animales se sostenían en los establecimientos que sobrevivían. En esta oportunidad, salieron del sistema productivo tambos y vacas en producción en un porcentaje mucho mayor. Otro dato que restó en esta ecuación, es la categoría vaquillona que cayó un 11%, dato menor al de las vacas en producción (-18%), pero que no garantiza un crecimiento para los próximos años”, aseguró Ferrari.
Los que más perdieron
En el análisis los departamentos que más productores perdieron fueron Gualeguaychú, con 12 tambos menos y; Paraná, con 11. También figuran Nogoyá, con 9 cierres; Tala, con 7; Diamante y La Paz, con 3; Victoria, con 2 y; Concepción del Uruguay y Villaguay, con el cierre de un tambo en cada distrito.
“Estos números reflejan una necesidad de cambio en la mirada de la cadena. Lo primero que tiene que ver la nueva gestión es el potencial de la misma, ya que se ha demostrado que en buenos momentos productivos se llegó a producir el 50% más que el consumo interno y esto es una entrada de divisas para nuestro país, por lo tanto, el crecimiento de la misma es entrada directa de dólares a la caja nacional”, sostuvo Ferrari.
Otro punto importante para CRA es que la industria tiene instalada una capacidad de procesar el doble de lo que procesa actualmente, “esto significa que ya está instalada la capacidad de industrialización y lo único que hay que incentivar es la producción primaria de leche (al tambero)”.
“La eliminación de las retenciones a las exportaciones de lácteos, las buenas prácticas comerciales en la cadena, fuerte perfil exportador y políticas crediticias para aumentar la producción primaria, son las claves para revertir la tendencia de esta cadena y pasar de una lechería defensiva, en la que los tambos sobreviven con las cenizas de otros productores, a una lechería en crecimiento y una cadena que genere una rápida entrada de divisas al país”, finalizó el dirigente.
LA NACION.-