“DEBERIAN PAGARNOS MAS”: LA RURAL CRITICO UNA EXIGENCIA DE EUROPA Y DEJO UNA ADVERTENCIA.
En Salta, Nicolás Pino, presidente de la entidad, calificó de “exageradas” normativas del bloque como la que prohibirá la compra de carne y soja de zonas deforestadas.
Frente a las nuevas exigencias que la Unión Europea (UE) está próxima a poner en marcha y que condicionarán a los productores argentinos, Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), destacó la capacidad del sector agropecuario para capturar carbono y criticó las medidas europeas, calificándolas de “exageradas” y difíciles de cumplir por los propios europeos. A modo de ejemplo, desde enero próximo la UE no comprará carne ni soja que provenga de zonas deforestadas desde fin de diciembre de 2020.
Estas declaraciones las realizó durante su participación en la 80a. edición de la Expo Rural de Salta, que contó con la presencia de la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel; el presidente de la Sociedad Rural salteña, Joaquín Elizalde; autoridades locales, dirigentes nacionales, socios de la SRA, productores y cabañeros.
“Desde el sector productivo podemos demostrar que somos capturadores de carbono, con certificaciones reales”, afirmó Pino, destacando el papel que tiene el sector en la mitigación del cambio climático. Además, se refirió a las normativas impuestas por la Unión Europea, expresando su descontento con las exigencias que, según él, no son cumplidas por los propios países europeos: “Desde la SRA entendemos que las exigencias de la UE son exageradas porque te piden algo que no son capaces de cumplir. Pero si lo van a imponer deberían pagarnos más por nuestros productos y, por eso, nos comprometimos desde el ámbito privado, junto con la Mesa de Enlace, con herramientas como el Visec”.
Pino aclaró que la participación en iniciativas como Visec no implica aceptar nuevas imposiciones por parte de la Unión Europea que funcionan como barreras paraarancelarias. “Participar en esta iniciativa no significa avalar o aprobar una nueva imposición de la Unión Europea al comercio, que se presenta como una barrera paraarancelaria”, explicó y agregó: “Nuestra posición institucional desde 2021 fue la misma. Nos hemos manifestado en contra de esta ya que desconoce nuestras leyes locales y las autorizaciones para llevar adelante prácticas legales en nuestro territorio, infringiendo nuestra soberanía. Esta posición de la SRA fue ratificada por la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur y en la Organización Mundial de Agricultores”.
En relación con los desafíos que enfrenta la agroindustria local, Pino mencionó los impactos de la sequía, las heladas y la plaga de la chicharrita, así como las dificultades en infraestructura y conectividad. Agradeciendo la participación de la vicepresidenta en la exposición, señaló la importancia del apoyo gubernamental para superar las dificultades económicas actuales. “Hace meses que la Argentina se encuentra realizando un gran esfuerzo, en el marco de este gran proyecto que busca sanear a la economía y sabemos que mucho se tuvo y se tiene aún que hacer para ordenar el resultado de años de desequilibrio”, destacó.
El acto también contó con la presencia de otros directivos de la SRA, como el vicepresidente segundo, Raúl Etchebehere, y el tesorero Ángel Rossi, quienes participaron en diversas actividades y charlas con productores locales. Además mantuvieron reuniones con dirigentes de Corrientes, Jujuy, Salta y Tucumán para discutir la situación de las producciones regionales. La jornada finalizó con un reconocimiento a la Sociedad Rural de Salta por sus 80 años de historia organizando la Expo Rural.
Más críticas
En la exposición también habló Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), que expresó: “Nos quieren imponer directrices desde el exterior, cuando los mismos países que la promueven han sido responsables de la degradación ambiental y los desastres ecológicos”.
“Desde CRA rechazamos medidas que subordinen la soberanía de nuestros productores a intereses ajenos, que imponen normas y restricciones sin entender la realidad de quienes trabajamos la tierra día a día. La Agenda 2030 es un paquete de imposiciones que, bajo la máscara de la sostenibilidad, busca controlar nuestra producción y poner en riesgo nuestra libertad para decidir cómo y cuándo producir”, dijo. Castagnani remarcó. “Por tal motivo, desde CRA estamos haciendo una revisión minuciosa para tomar una postura definitiva como entidad”.
LA NACION.-