AHORA YA SE SABE POR QUE FUE TANTAS VECES MILEI A SALUDAR A LOS GANADEROS A LA RURAL: CON UN ATRASO DEL 40%, LA CARNE ESTA HACIENDO DE ANCLA PARA LA INFLACION.
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por Nicolas Razzetti
Los precios de la carne vacuna llevan seis meses de atraso respecto de la inflación promedio de la economía. En definitiva, el sector cárnico le está dando una mano importante al gobierno de Javier Milei, asumiendo pérdidas de dinero que evitan que el temido indicador inflacionario se dispare.
Entre marzo y agosto los valores de los cortes vacunos que mide el INDEC (cuadril, paleta, asado, carne picada y bife) aumentaron 21%, cuando la inflación acumulada fue de 70%.
En febrero esos cinco cortes tenían un valor promedio de 6.000 pesos por kilo. En el informe que publicó esta semana el INDEC el promedio fue de 7.200 pesos. Pero si el precio se hubiera actualizado por el índice general de la inflación el valor debería estar en torno a los 10.000 pesos por kilo. El atraso así roza el 40%.
Esta caída en términos reales de los precios de la carne vacuna tienen directa relación con la pérdida de poder de compra del salario, lo que se pone más en evidencia cuando se tiene en cuenta que además la producción de carne este año es 10% inferior a la de 2023.
El año pasado la seca obligó a que se vendiera para la faena más hacienda de lo deseado. En este año hay entonces menos ganado por comercializar y además hay algunos ganaderos, los menos, que buscan recomponer stocks y retienen. Esta tendencia no es generalizada pero hace su aporte para que baje la faena y producción de carne en torno al 10% respecto de 2023.
La caída en la producción se expresa en la oferta de carne por habitante que este año bajó en promedio a 46 kilos anuales por habitante, contra los 52 del año pasado.
En definitiva, hay menos carne para consumir y aun así los precios no reaccionan. Siempre se dijo que ante la caída en la oferta, la constante demanda interna hacía subir los precios porque el consumo era inelástico en Argentina (significa que no está dispuesto a comer menos carne). Pero este año no se cumple esa premisa, la crisis impone sus condiciones.
Esto se refleja también en los precios de la hacienda con destino a la faena. Desde marzo que los valores se mantienen estables más allá de algún que otro momento de suba puntual.
Desde aquel mes el precio del ganado tuvo una mejora similar a la de la carne vacuna. Las categorías que abastecen al consumo aumentaron en torno al 20%/25%. Los precios actuales que van de 1900 a 2100 pesos por los mejores lotes de novillos, novillitos y vaquillonas debería venderse en 2800 pesos. El atraso también en este caso es de 35%/40%, el mismo que tiene la carne vacuna.
Bichos de Campo.-
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