LA DISCUSION POR EL PRESUPUESTO UNIVERSITARIO: DESDE LA FAUBA ADVIERTEN POR UN EXODO DE PROFESIONALES.
“Este año renunciaron 30 profesionales”, lamentó la decana de la Facultad de Agronomía de la UBA. Habló de recortes en los programas de estudios y viajes formativos.
Mientras el Gobierno dirime su alianza con el PRO para sostener el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, desde el sector educativo público ligado al mundo agropecuario graficaron cómo impacta la situación del presupuesto para las universidades en sus actividades diarias, y sobre todo en materia salarial.
La decana de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), Adriana Rodríguez, alertó que “hay una cantidad importante de docentes que se van a trabajar a universidades del extranjero”.
“En la FAUBA ya son casi 30 docentes, jóvenes con doctorado y trayectoria en investigación, que ya renunciaron en lo que va del año”, sostuvo en una entrevista brindada a radio La Red el pasado fin de semana.
Su testimonio se dio días después de una nueva marcha del sector universitario en Buenos Aires y otras ciudades del país, en reclamo por la financiación para el funcionamiento de las instituciones educativas.
En ese sentido, Rodríguez comparó el ingreso de un docente en la UBA con lo que se puede obtener en el Extranjero: “En Estados Unidos o Europa les pagan 4 o 5 veces más. Es gente muy valiosa”.
“También muchos se van a la actividad privada”, señaló. Y ejemplificó: “Los que llegan a la categoría de profesor, que es la más alta porque tiene mucha antigüedad y su título también pesa, tienen dedicación exclusiva y cobran aproximadamente $1.000.000 con alrededor de 40 años de experiencia“.
“No podemos competir”, sintetizó.
LOS DATOS DE LA FAUBA: ¿QUIÉNES SE VAN?
Entre quienes eligen el camino de vincularse con universidades del Exterior y continuar su carrera académica allí, sostuvieron en la FAUBA, son principalmente “jóvenes que cobran menos de $ 800.000”.
“En Agronomía el 43% se dedica exclusivamente a la investigación. En Veterinaria pasa algo similar. Y de esa franja, más o menos la mitad son profesores y la otra mitad son auxiliares, o sea que tenemos el 50% por debajo de la canasta básica”, apuntó Rodríguez.
Se trata de profesionales que tienen entre 35 y 40 años.
En el marco de la pulseada con el Gobierno Nacional, que recientemente informó a través del ministro de Economía Luis Caputo que no se descarta la vía judicial para enfrentar un eventual rechazo del Congreso al veto presidencial, Rodríguez negó que no existan auditorías al sector.
“No es cierto. Todos los meses debemos presentar a la Secretaría de Políticas Universitarias el registro de lo que ingresó y egresó. Además, las universidades públicas fuimos creadas por una ley del Congreso, por lo cual nos corresponde una auditoría del Congreso y todos los años se presenta un informe”, afirmó.
Y sumó: “Tampoco es cierto que inventamos alumnos. Es imposible: hay un DNI, hay un nombre, los alumnos se inscriben ellos mismos a las materias.
CAMBIOS EN LOS VIAJES FORMATIVOS
En tanto, si bien negó un recorte “grave” a los programas formativos, señaló que se dieron cambios en materia de viajes de estudio para los estudiantes de agronomía.
La FAUBA cuenta con dos minibuses para efectuar salidas a campo para los estudiantes y docentes como parte de su calendario educativo. Se estima que anualmente se realizan entre 150 y 180. Para abastecer ese número, ambos vehículos no dan abasto y la institución apela asiduamente a la contratación de servicios.
“Casi todas las materias tienen viajes de estudios porque estamos en plena ciudad de Buenos Aires y para hacer los prácticos hay que viajar. Habitualmente lo hacíamos a zonas extra pampeanas, pero ya no podemos hacerlo. En realidad dejamos 2 o 3 viajes a esas zonas, nada más”, apuntó.
Y comentó que durante 2023, a causa de la inflación disparada, la FAUBA no pudo realizar licitaciones para los mismos.
“En lugar de ir a Córdoba, lo hacemos a alguna zona más cercana de Buenos Aires. Pero los estudiantes deben conocer el país, más allá de que tenemos la colaboración de las otras universidades de Agronomía. Si formás ingenieros agrónomos, tienen que estar en el campo”, cerró.