MAYOR CONTRIBUYENTE: ESTIMAN QUE EL APORTE NETO EN DOLARES DEL CAMPO ESTE AÑO RONDARA EL 80%, POR DEBAJO DE OTROS PERIODOS.
Entre enero y agosto pasado el sector acercó un neto de US$20.183 millones; qué pasó con la minería y la energía, entre otras actividades.
Las cadenas agropecuarias y agroindustriales explicaron, con US$20.183 millones, el 83% de las divisas netas ingresadas al país entre enero y agosto pasado. El restante 17% positivo lo aportaron minería (9%), energía (5%), informática (3%) y automotriz (0,2%). Los demás sectores se comportaron como demandantes netos de divisas, lo que llevó a que agosto último terminara con un saldo neto negativo de US$54 millones. Los datos se desprenden de un análisis de David Miazzo, director de DataMiazzo.
Miazzo advierte que hay pocos aportantes netos de divisas en la economía argentina, y que entre ellos el campo exporta más de lo que importa. En años anteriores, el número de ingreso de divisas netas del agro llegó al 90%. “La baja es porque minería sumó más y energía pasó de déficit a superávit. Esos segmentos seguirán aumentando su peso en los próximos años, o sea que esa tendencia se profundizará”.
El economista indicó también que el año podría cerrar con un aporte neto del 80% de las cadenas del agro porque ya pasó la estacionalidad más alta de exportaciones del campo que es de abril a junio. No hay que perder de vista que estos números corresponden a balance cambiario, a dólares que pasaron por el Banco Central. “Como el dólar blend alcanza a todos los sectores no altera el cálculo, sí puede modificar al rubro automotriz porque parte de sus importaciones todavía no se pagaron o se pagaron a dólar CCL”, precisa Miazzo.
Por la sequía del 2023, la comparación de ingreso de divisas -no neto, sino total- no se puede hacer contra ese año, pero si se toma el promedio de los últimos 15 a período terminado, el agro contribuyó con entre 60% y 68% de las divisas ingresadas por el campo El economista Ernesto Ambrosetti advierte que el récord fue en 2022 cuando entraron alrededor de US$40.000 millones, “una cifra récord por la combinación de buen clima y buenos precios”.
De haberse mantenido los precios de 2023, para este año la expectativa era de un aporte entre US$36.000 millones y US$37.000 millones, pero los precios internacionales cayeron cerca del 16% en la comparación interanual y 20% respecto al 2022: “Serán, entonces, unos US$10.000 millones menos -precisa Ambrosetti-. Las liquidaciones vienen razonablemente bien en relación al clima y a la decisión de venta de productores y exportadores”.
Para el experto, el actual marcaría un punto de inflexión “suave” en los aportes de dólares relacionados al campo, ya que “en dos o tres años lo energético y la minería tendrán un protagonismo más marcado”.
Según el último reporte del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), en agosto el sector exportó 8% más que en igual mes del 2023; en total fueron US$3693 millones (US$286 millones más). En los primeros ocho meses el incremento interanual es del 20%, US$5231 millones. Los complejos soja, trigo y maíz fueron los de mayor contribución al crecimiento y cebada, legumbres y maní, los que tiraron hacia abajo la tendencia. Respecto del tipo de cambio real multilateral, el promedio de enero a agosto está 4% arriba de igual lapso del año pasado.
Nicolás Udaquiola, director de AZ Group, plantea que el acumulado liquidado es de US$18.500 millones a setiembre; tomando un promedio de los cinco años este mes se superaría el 2023. Hay algunas “amenazas” por las condiciones de cultivo del trigo nuevo impactado por la sequía que afectó el potencial. La exportación tiene compradas más de 3 millones de toneladas a los productores, pero recién esta semana apareció la primer declaración jurada de venta al exterior. “Hay programadas solo 510.000 toneladas de la campaña 24/25, de las que entrarían en diciembre solo 60.000, cuando en general hay más en diciembre. Hay que ver, entonces, cómo se van programando las operaciones”, añadió.
En maíz, el ritmo de venta del último ciclo está retrasado respecto al promedio de los últimos años, aunque la exportación ya tiene comprados 30 millones de toneladas (”similar a los 31 millones promedio de los últimos años”). En soja, el volumen vendido es similar al promedio y “probablemente se acentúen las ventas en función de las necesidades de caja”.
Lo que viene
Recientemente, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó entonces qué ocurrirá con la cosecha 2024/2025 en materia de producción y exportaciones. La campaña agrícola dejará una producción de 130 millones de toneladas de granos, un 2,6% más versus el último ciclo productivo y la cuarta en importancia de la historia; no obstante, con US$28.793 millones, las exportaciones representarán una caída del 3,1%.
No habrá cosecha récord con los 130 millones de toneladas. En rigor, el récord fue con el ciclo 2018/2019, que aportó una producción de 140 millones de toneladas. Después siguió en relevancia la 2019/20, con 131,3 millones de toneladas, y en tercer término el ciclo 2021/22, con 130,4 millones de toneladas. La cosecha 2024/2025 será la cuarta en importancia de la historia.
En materia de números, la Bolsa de Cereales porteña también hizo proyecciones de exportaciones, recaudación fiscal y del producto bruto agroindustrial (PBA). En las tres variables habrá bajas respecto del año pasado. Las exportaciones, con US$28.793 millones, representarán una caída del 3,1%. La recaudación fiscal, con US$13.950 millones, retrocederá un 3,7%. Finalmente, el producto bruto agroindustrial, que trepará a US$40.890 millones, registrará una merma del 2,2%. En términos de peso sobre el PBA, el maíz tendrá una incidencia del 47% y la soja un 39%, entre otros productos.
Por: Gabriela Origlia.-
LA NACION.-