DESDE CHUBUT, OSVALDO LUJAN CUENTA LAS PERDIDAS OVINAS QUE DEJARON LAS NEVADAS Y ADVIERTE QUE DE NO CONTROLAR AL GUANACO Y A LOS PREDADORES, “EL FINAL DEL CAMINO SERA LAMENTABLE”.
Las noticias no fueron buenas para la producción ovina de la Patagonia en el último año. En el invierno debieron soportar importantes nevadas, que castigaron a las majadas con altos niveles de mortandad y pérdida de estado corporal en los animales que sobrevivieron.
Como si eso fuera poco, el gobierno decidió eliminar el fondo fiduciario que otorgaba la ley ovina, que financiaba proyectos productivos, industriales y comerciales con muy buenos resultados, según los partícipes de este negocio. Y para colmo de males, el guanaco sigue haciendo de las suyas sin control efectivo alguno.
Pero algo positivo se vislumbra luego de las fuertes nevadas, que afectaron especialmente a los departamentos del sur de provincia de Chubut, donde se encuentra al 30% del rodeo ovino: al derretirse la nieve, el agua favorece el desarrollo del forraje.
“Lo que vemos es que, según las encuestas con productores, las pérdidas de majadas van del 8% al 25% en los casos más graves. Estos significa que se perdieron entre 150 y 200 mil animales sobre un rodeo de 3 millones”, explicó el productor y dirigente, Osvaldo Luján, a Bichos de Campo.
El segundo efecto negativo de esto, según explicó, es que la producción de lana es más baja, así como también la productividad del rodeo, porque menos ovejas quedaron preñadas.
“Las esquilas están dando casi un 10% menos de cantidad de lana producto de la situación corporal de los animales. O sea que no solamente las pérdidas se pueden magnificar o determinar en función de cantidad de animales, sino que hay que pensar en lo que es la producción. Primero vamos a tener menor producción de lana, vamos a tener menos señalada de animales”, indicó Luján.
Bichos de Campo.-