CON LA DEVALUACION DEL REAL APARECEN DUDAS SOBRE LA SOSTENIBILIDAD DEL ESQUEMA CAMBIARIO ARGENTINO.
El actual modelo económico argentino sólo “cierra” con un aporte extraordinario de divisas ingresado en algún momento del primer semestre de 2025, lo que lo hace depender de un factor político relativo a la buena voluntad del gobierno de Donald Trump con la gestión de Javier Milei.
Los tiempos se espera de la ayuda proveniente del norte se acortan con la enorme devaluación del real brasileño porque se amplia el desarbirtraje entre la moneda brasileña con el peso argentino, que viene apreciándose fuerte en los últimos meses.
Una devaluación sostenida del real mejora la competitividad de los sectores exportadores brasileños al tiempo que sucede lo contrario con los argentinos por la apreciación del peso.
Ese fenómeno, en materia comercio exterior regional e internacional, enciende algunas “luces amarillas” porque se presenta en un contexto en el cual la cuenta corriente argentina –base caja– ya acumula cinco meses consecutivos de saldo negativo.
“Si bien en julio, agosto y octubre mucho tuvo que ver el pago a bonistas y el Fondo Monetario (FMI), no debe menospreciarse el deterioro de la balanza comercial: en bienes, el superávit mensual promedio pasó de 2961 M/u$s entre enero y mayo a sólo 639 M/u$s a partir de junio; en servicios, el superávit de enero (84 M/u$s) se transformó rápidamente en déficit creciente: -191 M/u$s durante febrero-abril, -378 M/u$s en mayo-junio y -644 M/u$s en julio-octubre, con un máximo de -744 M/u$s en el último mes”, advierte un informe de la consultora Invecq.
“Asimismo, no hay indicios de que la situación vaya a mejorar en 2025. Por un lado, el gobierno disminuirá el ‘crawling-peg’ a 1% mensual, lo que se traducirá en una mayor apreciación del peso. Además, el acceso al mercado de cambios (MLC) para el pago de importaciones está casi normalizado; y, por el momento, el ‘dólar exportador’ seguirá vigente, lo que implica un 20% menos de dólares en el MLC provenientes de las exportaciones (un monto considerable)”, añade.
Otra “sangría” de divisas provendrá del turismo, cuyo déficit de balanza cambiaria fue creciendo a medida que se apreciaba el tipo de cambio con “rojo” que ya trepó a -4630 M/u$s en los primeros diez meses del año.
Gracias al “blanqueo” y un incremento del ingreso de agrodivisas registrado en los últimos dos meses, el Banco Central (BCRA) pudo acumular divisas en octubre y noviembre.
“El interrogante que surge hacia adelante es cuán sostenible es esta dinámica. A medida que la apreciación del peso se profundice y las monedas emergentes se deprecien, es de esperar que el saldo comercial –base caja– siga deteriorándose”, advierte Invecq.
“De no eliminarse el blend (dólar exportador 80-2%), el esquema solo podrá sostenerse vía ingreso de capitales por la cuenta financiera. Si bien la ‘primavera’ cambiaria ilusiona al gobierno nacional, cabe ser cautos: la brecha puede volver a tensarse por motivos electorales o un shock externo, la confianza en el modelo mermar y revertirse el flujo de los últimos meses”, concluye.
El equipo económico del gobierno de Milei espera que con la nueva gestión de Trump, quien asume el próximo 20 de enero, Argentina consiga un paquete extraordinario de ayuda por parte del FMI.