“LO TUVIERON QUE VENDER”: LA DESCONOCIDA HISTORIA DE LA FAMILIA DE MAXIMILIANO PULLARO LIGADA AL CAMPO.
El padre del flamante gobernador de Santa Fe tuvo un establecimiento rural en la zona de Hughes, en el sur provincial, que debió dejar en los noventa.
“Se crio en el campo”, cuentan a La Nacion allegados a Maximiliano Pullaro. El electo gobernador de Santa Fe, quien aseguró tras los comicios locales que va a trabajar de la mano de la candidata del PRO, Patricia Bullrich, para las generales de octubre, ha hablado abiertamente del vínculo que tuvo su familia con el sector agropecuario. Entre sus colaboradores más cercamos también es conocida la historia y parte de los motivos que empujaron a los Pullaro a salir del rubro.
“En los años 90 tuvieron que vender el campo”, contó una fuente sobre los motivos que llevaron a la familia a cortar el vínculo con el agro. Aquella decisión la tuvieron que tomar más precisamente en 1995. “Ahí él se fue a estudiar a Rosario”, reconstruyeron sobre la historia que tuvo con el sector. A Pullaro se lo ha visto en los eventos relacionados con el campo, por citar, estuvo presente en Agroactiva y recorrió junto a Horacio Rodríguez Larreta el Congreso de Aapresid que se realizó en agosto pasado en Rosario.
“Viene de una familia de productores, desconozco temas financieros, pero no sería nada raro, ya que tantos productores hemos tenido problemas financieros en algún momento”, contó otra persona que acompaña al flamante gobernador en su espacio.
Nacido en Hughes, una localidad del departamento General López, en Santa Fe, de 49 años, fue ministro de Seguridad durante toda la gestión de Miguel Lifschitz, el fallecido exgobernador socialista. Este domingo se impuso con contundencia en las elecciones de Santa Fe, y destronó al peronismo. “¡Ya voté en mi querido Hughes! Tenemos una provincia inmensa y hermosa, que tiene campo, industria, comercio y que realmente puede ser diferente gracias al trabajo y esfuerzo de su gente. Ejercer el derecho al voto hoy, es el primer paso para tener la provincia que soñamos”, escribió en Twitter.
El triunfo de Pullaro en Santa Fe fue más holgado de lo esperado: superó por casi treinta puntos a Lewandowski (30,8%) el postulante del peronismo (Juntos Avancemos), quien no pudo revertir el mal resultado de las primarias. Pullaro ratificó la competitividad que había exhibido en las PASO del 16 de julio pasado y se aseguró la mayoría en las cámaras de diputados y senadores del parlamento provincial.
En una entrevista con Infocampo, en julio pasado revivió brevemente la historia familiar. “Mi abuela, siendo analfabeta, compró un campo en Hughes y haciendo producir ese campo pudo comprar otro. Ahí produjo después mi viejo, que como otros 64.000 productores, quebró fruto de las malas políticas agropecuarias nacionales. En 1995 decidió vender el campo, en un contexto de falta de precio y un combo climático de inundación y sequía que le hizo perder la producción”, recordó a ese medio.
Tras imponerse al peronismo, brindó una entrevista a LA NACION y otros medios, donde habló de un eventual ballottage entre el líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, y el candidato del oficialismo, Sergio Massa, y mencionó: “Entendemos que no nos puede ir peor que con el kirchnerismo. Es un frente político que le ha hecho mucho daño a la provincia de Santa Fe. No solo en la cantidad de recursos que se ha llevado, sino que además no nos ha ayudado nunca. Este año, gobernando un peronista [por Omar Perotti], no nos han mandado fuerzas federales con el problema que hemos tenido en Rosario. Es un gobierno ausente en la provincia de Santa Fe”.
Además, añadió que el gobierno de Perotti “no se hace cargo de las rutas, que no invierte para que los puertos, que le dan gran parte de la riqueza del país”.
“Por acá sale el 70% del cereal de Argentina y no colabora para que Santa Fe tenga la infraestructura portuaria suficiente… Nosotros tenemos casi 800 kilómetros de río y no tallamos en esa discusión por la hidrovía. Nos cerraron la exportación de carne, nos bajaron el corte del biodiésel, nos aumentaron las retenciones a la harina y al aceite de soja. Entonces, peor que con el kirchnerismo no nos puede ir”, precisó.
LA NACION.-