SE DISPARO OTRA VEZ EL PRECIO DE LA CARNE Y YA CUESTA HASTA UN 20% MAS.
Luego de una suba en la hacienda en las últimas semanas, por una menor oferta y en medio de la incertidumbre por las elecciones, en las carnicerías ya se observan los incrementos.
Tras el incremento del valor de la hacienda en los últimos días, comenzó a subir el precio de la carne a los consumidores y ya se registran alzas de entre un 15 a 20%. El aumento obedece a una caída en la oferta de ganado por la sequía, la incertidumbre previa a las elecciones que desalentó a muchos productores de vender, y las lluvias del fin de semana que abrieron la posibilidad de engordar más kilos a los animales con la mayor oferta de pasto. Además, influye el impacto del nuevo dólar exportación, que genera un aumento en los costos de producción. Vale recordar que antes de las PASO e inmediatamente después también se observaron fuertes aumentos. El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) relevó una suba del 30,2% en agosto último y del 19,4% para septiembre pasado.
Según comentó Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), los aumentos están en torno del 20% y hay operadores con carne en cámaras que aún no trasladaron los precios a los consumidores. Pero “sin duda lo harán”. Indicó: “Cuánto va a aumentar no lo sabemos con certeza, especialmente teniendo en cuenta el incremento de los costos tanto en la producción como en la distribución”.
“Durante el año, producto de la sequía, se adelantaron ventas. Se faenaron, consumieron y/o exportado 15% más de hacienda que el año pasado a esta fecha. Ese porcentaje es lo que está faltando hoy. Entonces la oferta es muy escasa, y eso genera los aumentos”, sostuvo.
La semana pasada, el valor de la hacienda en el Mercado Agroganadero de Cañuelas trepó más del 13%. Esta tendencia se mantuvo en la primera rueda de ventas de esta semana, donde el Índice General reflejó un aumento del 5,44% en comparación con el viernes anterior, alcanzando 895,460 pesos por kilo, mientras que el Índice Novillo, que había aumentado un 16,20% la semana pasada, descendió un 0,92%, de 975,128 a 966,168 pesos. Hoy el Índice General cayó un 0,22%, a 893,511 pesos por kilo, mientras que el Índice Novillo retrocedió un 2,68%, a 940,305 pesos. En tanto, se logró un nuevo máximo nominal para novillitos con $1150 el kilo.
Según Sergio Padece, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), el incremento ronda el 15% en los precios, aunque aclaró que en muchos casos este aumento todavía no se trasladó al consumidor final. Esto se debe, según indicó, a una suba del 15% en el costo de la media res, que actualmente oscila entre 2300 y 2400 pesos. Al igual que Schiariti, Padece atribuyó esta situación a una disminución en la oferta, influenciada por las lluvias y la incertidumbre generada por las elecciones.
En el Gran Buenos Aires, el kilo de asado, que la semana pasada costaba en carnicerías $3100 ahora se encuentra en $3650. La tapa de asado subió de $3044 a $4200, el matambre de $3350 a $4200, el lomo de $3980 a $4610, la colita de cuadril de $3600 a $4100, el bife angosto de $3000 a $3400 y el ancho de $2900 a $3300. Además, el cuadril se encareció de $3500 a $4100.
El consultor Víctor Tonelli indicó que en el declive de la oferta y el aumento de los precios también influyen otros factores, como la incertidumbre previa a las elecciones, lo que llevó a que muchos productores optaran por no cargar hacienda.
Asimismo, dijo que con las lluvias hubo un cambio en la perspectiva de los productores. “Es muy probable que si las lluvias continúan y aparece la oferta forrajera tan deseada, esperada y retrasada, empiece un proceso de retención y eso estructuralmente va a cambiar la oferta”, afirmó.
Tonelli también se refirió al impacto del dólar exportador. “Esto provocará un incremento del 50% aproximadamente en el costo de la mayoría de los alimentos de los sistemas intensivos, como la producción de pollo y cerdo, generando un aumento de costos espectaculares para el productor que de momento no tiene ninguna forma de compensarlo, salvo en un aumento de precios”, dijo.
En cuanto a la oferta ganadera, indicó que la hacienda encerrada en corrales permitiría tener una oferta relativamente baja, pero razonable para el mercado interno. “Si no hay una compensación para los productores por este incremento de costos por esta devaluación encubierta, va a ir directamente compensado a través de precios, de lo contrario va a haber una caída de la oferta mucho mayor”, detalló.
Para Tonelli, hay una suba de precios “en parte forzada por las decisiones del propio gobierno”.
LA NACION.-