EL AGRO EN TIEMPOS DEL NIÑO: EL MONITOREO CONSTANTE COMO HERRAMIENTA PARA PREVENIR LA PRESENCIA DE INSECTOS Y HONGOS.
En el caso del sudeste y sudoeste bonaerense, profesionales del sector de insumos advirtieron que se trata de un año para estar atentos y muy presentes en el lote.
Luego de una falta de lluvias que afectó con fuerza a los cultivos de la campaña 2022/23, el fenómeno del Niño en el actual ciclo agrícola hizo que los productores deban ajustar sus estrategias de manejo, para evitar pérdidas por enfermedades fúngicas e insectos en los cultivos.
El combo climático en estos días incluye grandes tormentas, humedad en el ambiente y temperaturas moderadas, factores que hacen propicio el desarrollo de enfermedades fúngicas en soja, maíz y girasol durante la actual campaña de cultivos de verano.
En el caso del sudeste y sudoeste bonaerense, profesionales del sector de insumos advirtieron que se trata de un año para estar atentos y muy presentes en el lote. En este contexto, las empresas del sector se preparan para enfrentar este panorama.
El ingeniero agrónomo Guillermo Indaco, del área de marketing de Sumitomo Chemical, explicó que para esa región de la provincia de Buenos Aires, habrá que estar “monitoreando de cerca y siguiendo las recomendaciones en cuanto a la evolución de las enfermedades y ser precisos con las medidas de manejo del cultivo”.
El profesional explicó que este concepto no se limita a la aplicación de fungicidas, sino que incluye toda la planificación del cultivo. En el caso maíz, explicó que se trata de manejos como analizar la susceptibilidad de los híbridos a las enfermedades; pensar a qué ambiente se destinará y si se hará una siembra temprana o tardía.
“En el caso de la tardía, que ocupa el 50% de la superficie de maíz del país, estar atentos porque el período de llenado será con temperaturas relativamente más bajas y probablemente mucha humedad. Y eso hará al desarrollo de enfermedades como roya, que ha venido creciendo en los últimos años”, sostuvo.
Indaco recalcó los fungicidas son herramientas que permiten controlar las diferentes enfermedades. “En el caso de maíz y -sobre todo en situaciones de alto potencial- está muy clara la respuesta del cultivo a su uso”.
EL POTENCIAL DE LA MEZCLAS
Indaco destacó las respuestas que se obtienen con las mezclas de triazoles y estrobilurinas. Además, explicó que “se está empezando a utilizar en baja proporción algo de carboxamidas, con buen resultado. Y agregó: “Es contundente,en el caso de incidencia alta de enfermedades, el aporte que hacen las herramientas químicas al rendimiento de maíz”.
En tanto, en el caso de soja se refirió inicialmente a las enfermedades de suelo, que se mitigan con el tratamiento de semillas. “Hay que prestarle mucha atención: observar la calidad de semilla y los patógenos que puede tener presentes el lote y la semilla, para partir con un cultivo lo más sano posible”.
Sobre las enfermedades de fin de ciclo, como Cercospora, Septoria o mancha ojo de rana, dijo que son patologías foliares en las que también se logra una gran respuesta con el uso de fungicidas. El profesional recomendó considerar el momento y la calidad de la aplicación, respetar dosis de marbete y todas las recomendaciones de cada empresa sobre los productos.
OPCIONES DE MANEJO
En este contexto, Sumitomo Chemical destacó dos productos. Por un lado, mencionaron una mezcla de un triazol y una estrobilurina, como es Tazer Xpert, “un producto con muchos años en el mercado, con muy buena aceptación y muy buena performance tanto en soja como en maíz para control de las principales enfermedades”.
Desde la firma adelantaron que este año presentarán un nuevo registro de una mezcla triple, incorporando una carboxamida al portfolio para soja. El producto en cuestión se llama Pladius Xpert y estará disponible en próxima campaña comercial de soja.
La triple mezcla incluye Difenoconazole, Picoxistrobin e Indiflin (Impirfluxam), que es una nueva molécula propiedad de Sumitomo Chemical. Esta carboxamida controla tanto royas como las manchas o enfermedades de fin de ciclo.
PRESION DE INSECTOS
Matías Perotti, coordinador regional de mercados para el norte del país y responsable de insecticidas de Sumitomo Chemical, indicó que se está observando “bastante presión de defoliadoras, si bien la campaña está arrancando”.
El coordinaror indicó que los ciclos secos generan la presencia de trips y pulgones, tanto en soja como algodón y otros cultivos, además de bolilleras; pero este año El Niño tiene otras características Perotti señaló que ya se observa altas poblaciones de chinches al caminar los lotes en estado vegetativo.
“Eso hace parar las antenas, ya que si se deja crecer esa población luego costará mucho llegar a los umbrales de daño económico en el momento de la floración, que es cuando produce mayor daño”.
El profesional indicó que “es una campaña para estar monitoreando los lotes permanentemente y tener en cuenta que no tenemos más la herramienta Intacta. Hay que seguir el ciclo de las orugas con un monitoreo continuo. Hoy no solo no está presente en el mercado el evento, sino que también hay alguna sospecha de resistencia”.
Al referirse a la paleta de productos de la empresa, destacó que abarca a todos los estadios y casi toda las problemáticas.
Para combatir chinches recomendó Synergy, una mezcla de un piretroide (Lambdacialotrina) con Imidacloprid. La concentración en la dosis que se aplica por hectárea es una de las mejores del mercado; y tiene una excelente calidad para mezclar, generando una buena persistencia. Además de controlar los adultos de chiches, lo hace con algunos lepidópteros susceptibles a los piretroides.
Otros productos destacados son Mustang (Zetametrina) – de aplicación foliar, muy utilizado para picudo de la soja en el norte – y Matrero, que se está también utilizando para acompañar aplicaciones en maíz y en sorgo ante la presencia de succionadores.
Para el control de lepidópteros se recomendó a Vesticor (Clorantraniliprole) y Compact, muy amigable con el ambiente cuyo principio activo es Lufenuron. Puede utilizarse en varios cultivos (soja, maíz, algodón, girasol) y tiene que aplicarse cuando es incipiente la presencia de orugas. Combate lepidópteros sin afectar la fauna benéfica y se puede utilizar en forma preventiva.
En tanto, ante la presencia de arañuela se sugirió Abamex a base de abamectina, que podría mezclarse con un piretroide, según la presión de insectos.