INFLACION: ABRIL HABRIA CERRADO CERCA DEL 9%, SEGUN ANALISTAS SOBRE LOS RIESGOS DE POSPONER AUMENTOS DE TARIFAS.
Por la desaceleración de Alimentos y bebidas, la suspensión del ajuste de regulados y las medidas sobre las prepagas, las principales consultoras corrigieron a la baja las estimaciones del IPC.
Tal como se había pronosticado a mitad de mes, las consultoras privadas mantuvieron para el cierre de sus relevamientos que la inflación de abril se ubicaría en un dígito después de seis meses (en octubre de 2023, la variación mensual fue de 8,3%). Hoy, las proyecciones arrojan valores apenas por encima, por lo que el IPC habría cerrado en torno al 9%, según los analistas. Pero para conocer la cifra definitiva habrá que esperar a que el Indec publique los datos oficiales el martes 14 de mayo.
De esta manera, se habría adelantado la expectativa inicial del Gobierno que preveía el descenso a un dígito para mayo. La caída se sostuvo tanto en la desaceleración de los precios de Alimentos y bebidas, un rubro de alto impacto en la medición, como en el crawling peg del 2% (que muchos especialistas consideran un ancla de los precios) y en la decisión de posponer aumentos de tarifas que habían sido anunciados, para “no cargar más con gastos de momento a la clase media”, tal como justificó el ministro de Economía, Luis Caputo, en la red social X.
En cuanto a la medición de alimentos, según el informe de LCG de la cuarta semana del mes, la inflación del rubro fue de 0,7%, que representa una desaceleración de 0,8 puntos porcentuales frente a la semana previa, y promedió 3,3% en las últimas cuatro semanas. Además, la consultora corrigió a la baja la previsión del 10% que había anunciado en la primera quincena, y relevó que abril habría cerrado en 9%.
Según C&T Asesores, la suba del rubro Alimentos y bebidas fue de 6,8% en el mes, y la inflación en el Gran Buenos Aires, 8,7%. A nivel nacional estiman que será menor, como explicaron, “por el mayor impacto de las tarifas”.
Mientras que hace unas semanas la consultora había previsto un número entre 9,5% y 10,5%, el economista de la firma, Camilo Tiscornia, contó que la corrección se debió, sobre todo, a las cuotas de las prepagas, que, según el informe, mantenían subas por encima del promedio. Dada la tutela anticipada que dispuso la Secretaría de Comercio e Industria, las empresas de medicina privada debieron retrotraer los precios, lo que representó un impacto directo de 1,5 puntos porcentuales en la inflación de abril.
Alejandro Giacoia, de Econviews, contó que el IPC sería de 9% en abril, pero “con un riesgo sesgado más hacia abajo que hacia arriba”. Esto, aclaró, es por la desaceleración de Alimentos y bebidas, que representan más del 20% del índice.
A su vez, respecto de la suspensión de aumentos de regulados, sostuvo: “Puede ayudar para que mayo termine dando más abajo, pero son precios que tarde o temprano hay que corregir, y cuanto más se demoren en hacerlo, más se van a atrasar, por lo que la suba posterior va a ser mayor”.
También Rocío Bisang, de Eco Go, contó que la consultora cerró abril en un 8,8%, y que no prevén un número mayor por la baja de prepagas y el aplazo del aumento a las tarifas.
Tanto Bisang como Claudio Caprarulo, de Analytica, consideraron que la desaceleración va a mantenerse. Y aunque esta consultora estima un IPC de 9,8% para abril, el especialista aclaró que las razones que explican el porcentaje son vulnerables: “El atraso cambiario sostenido por el cepo y el aumento de la deuda con importadores, además de un ancla fiscal que el Gobierno ya adelantó que va a menguar”.
Con un escenario más optimista, Alberto Cavallo, hijo del exministro de Economía Domingo Cavallo, mostró en la red social X, a través de un gráfico, que la inflación sigue cayendo, y que la tasa mensual está cerca del 5%. Pero cabe aclarar que PriceStats, su compañía, realiza la medición sobre valores online que se refieren a precios libres de mercaderías comercializadas en la web y que no incluye los servicios.
Sobre la tendencia a la desaceleración, Martín Kalos, de Epyca, dijo que estima que la tasa de inflación deje de reducirse significativamente en los próximos meses. Una de las principales razones es la misma que otros consideran clave para la baja de este mes y, posiblemente, el próximo: la decisión del Gobierno de aplazar los ajustes –de gas y luz, sobre todo– que estaban preestablecidos.
“Para las expectativas de mayo yo añadía al índice de inflación el impacto directo e indirecto de los aumentos de tarifas, que ahora se posponen. El Gobierno decide también posponer la decisión de cómo salir del cepo, y prioriza mostrar que la tasa de inflación sigue bajando, incluso a costa de mantener fuentes de déficit fiscal, como el exceso de subsidios a las tarifas energéticas”, opinó.
Para el especialista, “patear” las subas, tanto de tarifas como del precio del dólar oficial, genera la duda de cuánto podrá sostenerse la dinámica inflacionaria actual.
“Si se mantiene en un rango de entre 5% y 10% durante varios meses más, y empieza a detenerse el proceso de desinflación, como esperamos que ocurra, eso puede mostrar los límites del ajuste que inició Milei, porque mantenerse en torno a esos números no va a poder considerarse una desinflación exitosa”, concluyó.
Por: Luján Berardi.-
LA NACION.-