ANTICIPO: EL GOBIERNO TRABAJA EN NUEVAS DESREGULACIONES PARA FAVORECER AL CAMPO.
Según pudo saber La Nacion de diversas fuentes, apunta a simplificar normativas y reglamentaciones que están en la órbita de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA) de la Secretaría de Bioeconomía.
El Gobierno buscará simplificar y desregular los controles que lleva adelante la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA), hoy a cargo de Matías Canosa en la Secretaría de Bioeconomía que conduce Fernando Vilella. Según pudo reconstruir La Nacion a través de distintas fuentes consultadas, el objetivo es reducir las reglamentaciones y normativas que tiene hoy esa oficina, con un proceso similar al que se hizo con el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), donde se bajaron de cinco a dos las declaraciones obligatorias para los productores agrícolas. Vale recordar que, entre otras medidas, el gobierno de Javier Milei retiró las trabas para exportar en carne vacuna y en trigo y maíz que venían de la administración de Alberto Fernández.
La novedad en torno de la DNCCA se conoció después de que la semana pasada comenzara a circular entre los empresarios de las diferentes cadenas agropecuarias una presunta decisión del Gobierno de “desactivar” esa dirección. La versión indicaba que las funciones de la oficina que hoy depende de Bioeconomía iban a pasar directamente a la órbita del Ministerio de Economía, de Luis Caputo, y la AFIP de Florencia Misrahi. El mensaje le llegó el viernes último a los empresarios del sector.
La DNCCA tiene a su cargo la administración del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA), el otorgamiento de matrículas habilitantes y la fiscalización de frigoríficos, matarifes, molinos harineros y del sector granario. “Garantizamos el cumplimiento de las normas comerciales por parte de los operadores que participan del mercado de ganados y carnes, granos, lácteos, yerbatero, azucarero y frutihortícola a fin de asegurar transparencia y equidad en el desarrollo del sector agroalimentario, en todo el territorio de la República Argentina. A su vez, asistimos a la Secretaría de Agricultura [hoy Bioeconomía], en la defensa de las cadenas agroindustriales, la comercialización, la transparencia del mercado y la libre concurrencia de los operadores al mismo, llevando a la mínima expresión toda práctica desleal de comercialización”, indica esa dependencia en su sitio de Internet.
Como se informó, en el Gobierno analizan simplificar controles comerciales, registros y normativas que tiene la DNCCA. Si bien de momento no se decidió la supuesta “desactivación” que circuló, deslizaron que no significa que a futuro, de acuerdo con el proceso de simplificación que se realice, no suceda. Las fuentes consultadas recalcaron que no va a haber una disolución de esa dependencia. No obstante, si bien esto no se planteó, no quiere decir que en algún momento termine pasando. Se están analizando simplificar las normativas y sus funciones; también trabajar en la forma de sacar los registros y trámites necesarios sin resignar el control. El propósito es pensar en una lógica que promueva la competitividad en el agro.
En este contexto, ya comenzaron los contactos con el sector privado, a quienes advirtieron, sin brindar más detalles, sobre un trabajo de simplificaciones en cada una de las actividades.
En el sector privado deslizaron que la decisión sería de Juan Pazo, secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y de la Bioeconomía. Esperan que la medida, cuando se defina, sea publicada directamente en el Boletín Oficial, ya que hay hermetismo sobre el tema.
Las versiones de que la AFIP y Economía absorbieran las funciones generó ruido dado que hay sectores que tienen que tener matrícula para poder operar. Un empresario de la industria molinera dijo que la intención de transferir las funciones no tiene razón de ser porque multiplicaría los problemas en las diferentes cadenas. A la industria frigorífica la versión le llegó de manera informal. “Si desaparece el RUCA entrás en una informalidad gigantesca”, puntualizó una fuente empresaria. La DNCCA tiene oficinas en el interior del país que se encargan de hacer controles. En carne tiene una parte de calidad y control sobre la tipificación. De avanzarse, la oficina podría pasar a ser controlada por el Senasa y los controles de fiscalización a cargo de la AFIP. Pero, como remarcó una fuente, hoy no hay decisión de disolver.
El origen de la dependencia se remonta a 1996 con la creación de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca). En 2011, en medio de denuncias sobre irregularidades en el pago de un sistema de compensaciones al sector privado, fue disuelta por la expresidenta Cristina Kirchner. La reemplazó por la Unidad de Coordinación y Evaluación de los Subsidios al Consumo (Ucesci). Hoy la tarea estricta de fiscalización está en la DNCCA.
Por: Belkis Martínez.-
LA NACION.-