EN LA PATAGONIA SE PONEN EN PIE DE GUERRA ANTE LA IDEA DE MODIFICAR LA BARRERA SANITARIA.
El gobierno de Río Negro manifestó su rechazo “enérgico” a esta posibilidad porque “hace peligrar los estatus sanitarios de la Patagonia”. Buscarán apoyo del resto de las provincias de la región.
Desde hace un tiempo hay un debate que viene creciendo en Argentina, relacionado con la producción y comercialización de carne, sobre todo de exportación: la posibilidad de eliminar la barrera sanitaria que indica que la Patagonia es una zona libre de fiebre aftosa sin vacunación, mientras que el resto del país es libre con vacunación.
El límite, concretamente, está puesto en el Río Colorado: al norte del mismo, la inoculación es necesaria; al sur, no. De esta manera, los animales que están de un lado del mapa no pueden ir hacia el otro.
En el sector ganadero y en la industria cárnica, hay quienes consideran que esta barrera ya no tiene sentido y utilizan como parámetro la reciente declaración de Brasil de todas sus regiones como libres sin vacunación, pese a que muchas colindan con provincias argentinas donde la vacunación todavía es obligatoria.
En este marco, desde la Patagonia nació en las últimas horas un fuerte rechazo a la idea de desbloquear esta barrera sanitaria, concretamente, por parte de la gobernación de Río Negro.
Cabe recordar que la de la fiebre aftosa quizás sea la barrera sanitaria más importante, pero no la única: también hay medidas del Senasa que impiden el ingreso a la Patagonia de ciertas frutas y verduras que no tengan un tratamiento especial.
RÍO NEGRO, EN CONTRA DE LEVANTAR LA BARRERA SANITARIA?
“El gobernador Alberto Weretilneck recibió a la Federación de Entidades Rurales junto a todas las sociedades rurales provinciales, acompañado por el ministro de Desarrollo Productivo, Carlos Banacloy, para rechazar enérgicamente cualquier modificación en la barrera sanitaria o cualquier intervención que haga peligrar los estatus sanitarios de la Patagonia”, sentenció la Provincia rionegrina mediante un comunicado.
En esa reunión, estuvieron presentes representantes rurales de Bariloche, General Conesa, Choele Choel, Río Colorado, Guardia Mitre, Alto Valle, Viedma y San Antonio Oeste.
“Entendiendo que esto representaría un fuerte retroceso de muchos años de trabajo que permitieron tener un estatus sanitario superador en la provincia, el mandatario provincial y los referentes del sector se unieron en una voz única para rechazar la posibilidad de eliminar la barrera sanitaria y permitir el ingreso de carne con hueso y animales en pie a la Patagonia”, continuó la gobernación de esta provincia patagónica.
Su argumento: “Esto atenta directamente contra los estatus sanitarios patagónicos, que están relacionados a la ganadería, pero también a la fruticultura y horticultura”, se explayó.
UN FRENTE PATAGÓNICO PARA PROTEGER LA BARRERA
En este sentido, desde el Estado provincial se confirmó que el Gobernador Weretilneck mantendrá reuniones la semana próxima con el resto de gobernadores patagónicos para trabajar en una instancia superadora.
“El objetivo mayoritario será el de poder integrar al resto de país a nuestra región, con el estatus sanitarios adecuado y con la posibilidad de incrementar los mercados”, afirmaron desde Río Negro.
Al respecto, el ministro Banacloy amplió que la posibilidad de modificar la barrera sanitaria “es un retroceso muy importante a sabiendas que perderíamos un montón de mercados, perderíamos el crecimiento de posicionamiento de la Patagonia como un mercado diferencial”.
“La Patagonia tiene un estatus sanitario diferencial que permitió el crecimiento y desarrollo de gran parte de nuestros procesos productivos”, justificó.
Y completó: “La propuesta que creo que tenemos que llevarle al Gobierno Nacional es que entienda que hay que unificar un estatus sanitario pero superador, no uno que signifique un retroceso y que vaya en perjuicio de todos los patagónicos”.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural de Bariloche y vicepresidente de la Federación de Rurales de Río Negro, Leandro Ballerini, calificó esta posible flexibilización de la barrera como “un retroceso de muchos años de trabajo y de pérdidas”.
“Estamos preocupados por todo lo que generaría, por querer instalar esto de parte de otras provincias y de un sector frigorífico, como una cuestión pura y meramente comercial; y tirar a la borda muchísimos años de trabajo. Y no es solamente la Patagonia, sino es un problema para todo el país”, cerró.